Un pueblo venido a menos. Así podríamos definir hoy a Soraluze. Durante los últimos 30 años hemos visto cómo los puestos de trabajo en su otrora fuerte industria se han reducido en un sesenta por ciento. Y lo mismo su censo de habitantes, que hoy apenas alcanza los 4.200, es decir, un treinta por ciento menos.

Lo que decía: «un pueblo venido a menos». Tal vez no haya en Gipuzkoa otro más depauperado.

Y viene todo esto a cuento de las tasas con que nuestro Ayuntamiento ha decidido agravar la situación de los placentinos. Y muy especialmente por ese 23,3% de aumento que aplicarán a la recogida de basuras.

El transporte, la compra de vehículos, los nuevos vertederos, el cierre y sellado de los viejos, son los hechos que, nos dicen, motivan el aumento del coste de este servicio.

Poco que oponer. Somos conscientes de que resolver el problema de las basuras de forma que afecte lo menos posible a nuestro entorno supone educación, dedicacion y dinero. Mucho dinero.

Sin embargo, no estoy de acuerdo con que por este concepto se aumenten las tasas que hemos de abonar los placentinos. Entiendo que ya hemos pagado con creces los gastos de este servicio.

Ocurre que quienes se dedican a recaudar y administrar nuestro dinero priorizan otras obras sobre las que verdaderamente necesitamos en el pueblo. Puertos deportivos, trenes de alta velocidad, armamento, etc. No son las inversiones que más necesita nuestro Soraluze.

Ahora nos informan que van a gastar más de tres millones de euros en el derribo de las presas de nuestro río y que van a canalizarlo en un tramo de 1.200 metros.

Me pregunto yo si no podrían destinar este dinero a obras prioritarias que ayudarían a mejorar las condiciones de vida de este pueblo. Así, el Centro de Día para atender a enfermos de especial cuidado, Casa de Cultura (biblioteca-música-teatro-artes plásticas), escaleras metálicas, ascensores, microbús que faciliten el movimiento de los vecinos por las empinadas calles de Soraluze, etc.

Y antes de nada, creo que deberían consultar con los vecinos -que son los que van a beneficiarse o sufrir con estas decisiones- cómo gastar este dinero.

Insisto en que la Administración ha de cubrir primeramente las necesidades que más precisan los ciudadanos, y luego, si acaso, las macro-obras. De otro modo, los soraluzearras habremos de pagar una y otra vez por unos servicios para los que ya hemos aportado nuestro dinero. Y las alternativas son pocas. O convencemos a los políticos que administran nuestro dinero de que éstas son nuestras prioridades, y hagan frente a las mismas, o endeudamos a nuestro Ayuntamiento para que se haga cargo de su coste. O nos movilizamos.

Hoy leo una nota del PNV donde acusa al actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de estas subidas de tasas. ¡Qué cara!

Es este partido el que preside la Mancomunidad, propulsora de la subida. Quien gobierna la Diputación, administradora de nuestro dinero. Y quien nos gobierna desde Gasteiz.

Es decir, quienes deciden cómo y dónde gastar nuestro dinero.

Y recordarles, también,que el mayor bien que nuestro pueblo tiene, la abundancia de sus aguas, la malcedieron ellos a la empresa Aguas de Guipúzcoa, (presidida por el PNV) con lo que hoy los placentinos hemos visto cómo lo que antes pagábamos como tasas de agua,se ha duplicado en las facturas de la empresa administradora. Y en todo esto sí tiene una responsabilidad directa el PNV. Por ello no entiendo su nota.