El Museo Bellas Artes de Bilbo presentó ayer un programa que busca acercar obras seleccionadas de la colección del Museo a personas con discapacitad intelectual, en su afán por acercar el arte a todos los sectores de la sociedad.

Profundizando en el objetivo de la accesibilidad, «La Colección del Museo: Programa para personas con discapacidad intelectual» permitirá en los próximos nueve meses a alrededor de trescientos discapacitados y monitores de Gorabide disfrutar de obras seleccionadas de artistas como Guiard, Regoyos, Sorolla o Zuloaga, por medio de un recorrido de aproximadamente una hora de duración. De ese modo, los asistentes podrán conocer, por medio de las obras seleccionadas, el contexto histórico en las que se llevaron a cabo, como la transformación de la Ría de Bilbo, y los cambios artísticos acaecidos entre distintas épocas, como el cambio del realismo al impresionismo, por poner dos ejemplos.

Gorabide

Desarrollar el programa presentado ayer, patrocinado por Iberdrola, ha sido posible gracias a la colaboración de Gorabide, asociación vizcaina que trabaja con y a favor de personas con discapacidad intelectual.

En nota de prensa, dicha asociación se felicitaba ayer de que se abra así una nueva oportunidad de acceder al arte a discapacitados intelectuales, y recordaba que serán alrededor de trescientas personas las que participarán de sus programas de tiempo libre y las que se beneficiarán del programa de visitas guiadas adaptadas que presentan en sus actividades de tiempo libre para este otoño-invierno. La iniciativa, según la asociación, cumple con el doble objetivo de «acercar a las personas con discapacidad intelectual al arte, y avanzar más en su plena integración social». Además, sirve de ejemplo para toda la sociedad del paso adelante que supone «el aprovechamiento total de los servicios comunitarios mediante la adaptación de los espacios a todo tipo de personas y usuarios».

Durante nueve meses, los centros de actividades de Gorabide disfrutarán de manera quincenal de un programa que se inició ayer mismo -como pudimos comprobar in situ-, con la visita al museo de un grupo de discapacitados intelectuales y sus monitores, donde atendieron con interés a las pacientes explicaciones de la guía, en las que participaron con preguntas y respuestas.