Sandinistas y opositores derechistas se enfrentan a tiros en Nicaragua
GARA |
Los enfrentamientos campales que protagonizaron ayer en León triunfantes seguidores sandinistas y la oposición que rechaza los resultados de los comicios municipales dejaron un número no determinado de heridos y frustraron una manifestación de protesta para reclamar un nuevo recuento de votos.
La alianza opositora que encabeza el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y el Movimiento Vamos con Eduardo (MVE), del candidato derechista a la Alcaldía de Managua, Eduardo Montealegre, intentaron reunir a sus partidarios en León, pero desistieron ante la presión en las calles de los sandinistas que también convocaron una marcha de celebración en la que consideran cuna de la Revolución.
La misma caravana con la que Montealegre esperaba llegar de Managua a León, a 90 kilómetros, fue interceptada por un piquete en la carretera entre las dos ciudades, ambas otorgadas a los sandinistas por los datos preliminares del Consejo Superior Electoral (CSE).
La manifestación de la oposición derechista había sido convocada por Ariel Terán, candidato liberal a la Alcaldía de León, que considera que los sandinistas le «han robado» las elecciones celebradas el 9 de noviembre y cuyos resultados se han dado a cuentagotas. Los bandos enfrentados dirimieron sus diferencias en las calles con armas blancas y de fuego, morteros artesanales, piedras y otros objetos contundentes, según testigos y los partes médicos.
La portavoz de la Policía, Vilma Reyes, informó de que entre los heridos figuran dos policías, integrantes del grupo de 850 efectivos antidisturbios desplegados en la ciudad.
Además, resultó herido de bala un guardaespaldas del candidato liberal a la Vicealcaldía de Managua, el diputado Enrique Quiñónez, que fue ingresado en el Hospital de Salud Integral de Managua, según informaron a Efe fuentes del MVE.
La caravana del MVE recibió una ráfaga de disparos a su paso por Ciudad Sandino, en el camino a León, prácticamente acordonado por centenares seguidores del presidente Daniel Ortega, que, según denuncian los liberales, impedían la libre circulación. A través de radios afines al Gobierno, los sandinistas argumentaron durante toda la jornada que habían ganado diez alcaldías del departamento de León y que los liberales de Managua no tenían nada que hacer en esa ciudad.
Ante la escalada de enfrentamientos, Terán suspendió la marcha «para evitar muertes innecesarias». «Ortega quiere instalar una dictadura impidiendo que los ciudadanos puedan circular libremente por las calles y carreteras de Nicaragua», añadió Montealegre.