Lucha contrarreloj en California para poner freno a la ola de incendios
GARA |
La menor intensidad de los vientos ayudó ayer a los bomberos del sur de California a controlar los incendios que han calcinado más de 800 viviendas y que el fin de semana obligaron a decenas de miles de personas a abandonar sus casas. Más de 16.500 hectáreas de zona boscosa y matorral fueron pasto de las llamas desde el viernes entre los condados de Santa Bárbara y Los Ángeles debido a temperaturas que rondaron los 30 grados y rachas de viento cercanas a los cien kilómetros por hora. Los incendios, repartidos en tres frentes, forzaron la evacuación de más de 30.000 personas y causaron once heridos. El humo se propagó en un área de 40 kilómetros y la ceniza llegó a cubrir vehículos en zonas muy distantes al foco de los incendios, cuyas causas aún se están investigando.
El portavoz del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, el capitán Dennis Cross, informó que necesitarán, por lo menos, hasta mediados de esta semana para controlar el fuego. «Si la previsión meteorológica se mantiene y seguimos realizando el gran trabajo que se ha venido llevando a cabo, esperamos que a mediados de semana hayamos controlado la situación», manifestó.
Las pérdidas más cuantiosas se han producido en el parque de caravanas de Oakbridge, en Los Ángeles, donde las llamas arrasaron casi 500 casas. Hace un año, otra ola de incendios devoró unas 2.000 viviendas y provocó el desplazamiento de más de 600.000 personas.