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El boicot y los arrestos preventivos marcan los comicios en Cachemira

Cachemira celebró ayer elecciones regionales entre fuertes medidas de seguridad y con el llamado al boicot de la Conferencia Hurriyat, que exige a Nueva Delhi que deje de gobernar este territorio. La mayoría de los líderes independentistas fueron detenidos en los días previos a la votación. Es el caso de Mirwaiz Umar Farooq, en arresto domiciliario. «No puede haber elecciones libres con la presencia de cientos de miles de fuerzas de ocupación», remarcó.

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Tras unos meses de convulsión política y social y con la llamada al boicot de los grupos independentistas, Cachemira celebró la primera jornada de votación a su Asamblea, que se desarrollarán en siete fases hasta el próximo 24 de diciembre.

Pese a la nieve y el frío -en algunos distritos se votó bajo cero-, pequeños grupos de electores acudieron a votar en medio de un amplio despliegue de las fuerzas indias de seguridad. El jefe de la Comisión Electoral de Cachemira, B. R. Sharma, indicó que «apenas había habido incidentes mayores. Así que podemos decir que esta primera fase ha transcurrido de forma feliz».

No obstante, en la zona musulmana, en la circunscripción de Sonawari, se produjo un enfrentamiento entre militantes de distintas formaciones, lo que obligó a cerrar las urnas. En la ciudad de Bandipora, la Policía se enfrentó a varios manifestantes contra los comicios. Mientras en los distritos de mayoría hindú o budista la población acudió a votar, en el valle de Cachemira se dejó sentir la llamada al boicot de los grupos independentistas musulmanes con la Conferencia Hurriyat al frente. Las imágenes difundidas por la cadena de Nueva Delhi NDTV mostraron desiertas las calles de la capital cachemir, Srinagar, donde las tiendas mantuvieron cerradas sus puertas.

Sharma situó el índice de participación entre el 45 y 50%. El portavoz de la Conferencia Hurriyat, Mirwaiz Umar Farooq, expresó su desacuerdo con dicho porcentaje. «Pensamos que la participación ha sido menor. Pero no hay observadores internacionales», subrayó. «Llevamos una semana arrestados. Pero, la gente está demostrando que rechaza los comicios. Cachemira necesita un acuerdo entre India, Pakistán y nosotros», añadió.

Por su parte, un portavoz de la Asociación de Padres de Personas Desaparecidas tras su arresto denunció la detención del líder del organismo, Pervez Imroz. «No estaba en las protestas. Habíamos enviado a 50 voluntarios para observar el proceso electoral». Los principales líderes independentistas de Cachemira están actualmente bajo arresto domiciliario.

«El reto será convencer de la legitimidad de la votación»

Cachemira quedó bajo el mando del gobernador, dependiente del Gobierno de Nueva Delhi, en julio pasado, tras la ruptura del Ejecutivo que formaban el Partido del Congreso de Sonia Gandhi y el cachemir Partido Democrático Popular (PDP).

La formación de Gandhi, el PDP, la Conferencia Nacional y el hindú Bharatiya Janata Party son los principales contendientes en estos a la Asamblea, con 87 miembros.

La ruptura del Gobierno cachemir tuvo como trasfondo las protestas hindúes y musulmanes por la cesión de unos terrenos a la organización del templo hindú de Amarnath para que acogiera a los cientos de miles de peregrinos que suelen acudir en agosto. El Gobierno revocó la cesión tras las protestas de la comunidad musulmana. Los hindúes se alzaron entonces contra esa decisión. Unas 40 personas perdieron la vida en meses de protestas en ambas comunidades, que aislaron económicamente a Cachemira.

Los enfrentamientos de este año no han hecho más que constatar la virulenta historia de Cachemira, único territorio de mayoría musulmana que Pakistán reclama para sí. La mayoría de la población está a favor de la independencia o de pactar una alianza con el vecino Pakistán.

El ex editor de «Hindustan Times» Prem Shankar Jha subrayó en declaraciones a la cadena qatarí Al Jazeera que «aunque las elecciones transcurran sin incidentes, el mayor reto para el Gobierno indio será convencer a la población local de la legitimidad de esta votación. Se sienten maltratados por Nueva Delhi y se rebelan contra ello». GARA

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