Crónica | El coste, al descubierto en Nafarroa
«Pásense por ventanilla para pagar los 4.790 euros del TAV»
Muchos navarros acaban de descubrir lo que les va a costar el TAV: 4.790 euros por cabeza. Los reclamó por carta una inexistente «delegación foral tributaria». Los teléfonos de la Hacienda real echaron humo. A los contribuyentes les han respondido que es una broma. Pero no lo es: nadie niega esa cifra.
Ramón SOLA
Los responsables de la Hacienda navarra reconocen haber recibidos estos días decenas de llamadas y visitas de contribuyentes alterados. Todo empezó en una carta buzoneada en Iruñerria la semana pasada. En ella se comunica que «deberá usted pasarse por nuestra Delegación de Recaudación de Impuestos para efectuar el pago del importe por el montante individual correspondientes a las obras del TAV en nuestra comunidad foral». El susto (o no) llegaba después: «El importe a ingresar por persona, calculado dividiendo el presupuesto total de la obra entre los habitantes censados en Navarra, es 4.790 euros». Para quienes lo prefieran en pesetas, 796.989. A una familia estándar de cuatro miembros le tocan 19.170 euros.
Esta «delegación foral tributaria y de recaudación de impuestos» apela a la comprensión: «Dado que se trata de un proyecto de progreso por el cual simplemente el 0,08% de los y las navarros/as podrán llegar unos minutos antes a Madrid, suponemos que entenderán la importancia». Y la carta añade, en el mismo tono, que «al haber decidido el Gobierno que éste es `un proyecto de interés general', el pago deberá realizarse por imperativo legal, no quedando exentos ni menores de edad ni pensionistas. La no aportación voluntaria de dicho pago podrá ser objeto de transacción inmediata a vía ejecutiva».
La conmoción provocada, sobre todo en personas de edad según el Gobierno navarro, se puede intuir. En Nafarroa nadie parecía saber que el TAV costará más o menos eso: 3.150 millones de euros, a falta de la firma del convenio Iruñea-Madrid. Pero esa cifra global no se entiende realmente hasta que llega a cada bolsillo y se convierte en 4.790 euros por cabeza.
Miguel Sanz afirma que puede tratarse incluso de un «delito», aunque no exista suplantación porque la «delegación foral tributaria» de la misiva no existe. Para Alvaro Miranda, consejero de Obras Públicas, lo grave no es el coste del TAV, sino «saber de dónde sacan ellos los recursos para buzonear tantas cartas». A ninguno de los dos le hi- zo gracia la «broma». Que en realidad no es tal, porque ni Sanz ni Miranda niegan la cifra.