Multitudinarias manifestaciones, las más importantes desde el genocidio de 1994, recorrieron ayer las calles de Kigali para exigir la liberación de «nuestra querida Rosa» y denunciar su detención en Alemania y su extradición ayer al Estado francés. Roda Kabuye es responsable de Protocolo del presidente ruandés, Paul Kagame, y fue detenida el pasado día 9 en el aeropuerto de Francfort, atendien- do a una orden de detención dictada por los tribunales franceses. Éstos le relacionan con el atentado ocurrido el 6 de abril de 1994 contra el avión del entonces mandatario ruandés, Juvenal Habyarimana, cuya tripulación era francesa. Aquella fue la señal desencadenante del genocidio en el que, según datos de la ONU, murieron 800.000 tutsis y hutus moderados.

Coincidiendo con la llegada de Kabuye a París y con su puesta a disposición de los jueces, el Gobierno de Ruanda emitió un nuevo comunicado exigiendo la «liberación inmediata» de quien considera un «rehén político».

Desde la mañana, Kigali parecía una ciudad muerta, todos sus comercios y administraciones permanecían cerrados y el transporte, paralizado.

Decenas de miles de manifestantes, algunos de ellos llegados en camiones desde los alrededores de la capital, caminaron por las calles de la ciudad hasta converger junto a la embajada de Alemania y la sede de Deutsche Welle. Entre los asistentes había numerosos cargos públicos desde ministros a responsables de la Administración.

Rose Kabuye es, en la historia de Ruanda, la primera mujer en haber alcanzado el grado de teniente coronel, combatiendo desde el comienzo con el Frente Patriótico Ruandés (FPR), ahora en el poder.