Serbia responde a Croacia con la misma medicina y le denuncia ante La Haya
Serbia ha respondido a la admisión por La Haya de la denuncia de Croacia por genocidio interponiendo un recurso similar contra el demandante. Las heridas de guerra se reabren y ambos países atraviesan ya sus peores relaciones desde la caída de Slobodan Milosevic.
GARA |
Horas después de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya admitiera a trámite una denuncia de Croacia contra Serbia por genocidio en relación a su papel durante la guerra de los Balcanes (1991-1995), Belgrado hacía lo propio y acusaba de los mismos crímenes a Zagreb.
Ello dará a Croacia «oportunidad para responder de las acusaciones por crímenes de guerra y limpieza étnica contra la minoría serbia», señaló el ministro de Exteriores, Vuk Jeremic.
La proclamación por Croacia de su independencia respecto a Yugoslavia, en 1991, fue seguida de una guerra abierta entre las milicias croatas y serbias, apoyadas estas últimas por Belgrado. Zagreb presentó su demanda ante La Haya en 1999, acusando a Serbia de haber violado la convención de 1948 sobre la prevención y represión del genocidio durante una guerra que dejó 20.000 muertos.
Croacia acusó a Serbia de «un genocidio que se tradujo en el desplazamiento, muerte, tortura o detención ilegal de muchos croatas, así como en la destrucción de sus bienes».
Serbia arguyó que no podía cargar con las responsabilidades legales de la antigua República Federal de Yugoslavia (RFY).
La Haya rechazó el argumento recordando que Serbia ha entablado procesos en la misma corte contra diez estados por los bombardeos de 1999 contra la RFY. El primer ministro croata, Ivo Sanader, se felicitó desde Vukovar, teatro de uno de los más sangrientos episodios de la guerra de Croacia.
Al final de la misma, las fuerzas croatas lanzaron en agosto de 1995 la operación Oluja (Tempestad) para recuperar el enclave de mayoría serbia de la Krajina, dejando un saldo de miles de muertos y 200.000 refugiados. «Que se sepa por fin la verdad sobre lo que pasó realmente con la operación Oluja», reiteró el ministro Jeremic.
Croacia reaccionó con serenidad al anuncio serbio y reiteró su vocación europeísta. La misma que reivindicó Jeremic al recordar que Zagreb «debería preocuparse de nuestro futuro común en la UE».
Enfriamiento de las relaciones
Esta situación ha llevado a un enfriamiento de las relaciones bilaterales desconocido desde la caída de Slobodan Milosevic, incluso pese al reconocimiento por Croacia de Kosovo.
La Iniciativa Igman, que agrupa a varias ONG de los Balcanes, recordó que ambos países deberían «afrontar, cada una por su lado, su pasado, poco glorioso. Se cometieron muchas cosas que no casan con la conducta de un país civilizado».
Miles de kosovares se manifestaron ayer en Pristina contra el formato de la misión policial y judicial de la UE (Eulex), al que Serbia ha dado su placet al lograr su estatus neutro sobre la independencia del territorio.