BBVA pide que la intervención pública desaparezca cuando remita la crisis
El presidente del BBVA, Francisco González, pidió ayer que la intervención pública en el sistema financiero sea temporal y que desaparezca cuando remita la crisis. Asimismo, confió en que las ayudas no pongan en ventaja a las entidades que no hicieron bien sus deberes.
GARA |
El presidente del BBVA, Francisco González, pidió ayer que la intervención pública en el sistema financiero sea «temporal» y que desaparezca cuando remita la crisis. Del mismo modo, confió en que las ayudas no pongan en ventaja a las entidades que no hicieron bien sus deberes frente a las que sí los hicieron.
Durante su intervención en el X Foro Latibex, González añadió que aunque debe haber un mayor control, la presencia del sector público debe limitarse a las «partes dañadas» del sistema y no es necesario que entre en las entidades que han hecho las cosas bien y no necesitan ayudas.
Por otro lado, el presidente del BBVA consideró positiva la cumbre celebrada en Washington el pasado sábado porque consagra la libertad de mercado. Del mismo modo, González reclamó que la regulación que se haga «sea la propia y no sea excesiva».
Asimismo, destacó que en la cumbre los líderes políticos expresaron su convencimiento de que las reformas deben basarse en el «libre mercado, el estado de derecho, el respeto a la propiedad privada, la apertura al comercio y a la inversión, y la libre competencia».
Tras la cumbre, «caminamos hacia un nuevo sistema financiero internacional en el que si hacemos las cosas bien, contaremos con entidades más fuertes y modernas», aseveró González, que culpó de la crisis al «desorden y la codicia» de algunas entidades.
En su opinión, el futuro pasa por un sistema más «prudente» con reglas de juego «más claras y comunes para todos», y apuntó que para avanzar en esa dirección hay que asumir «que vamos a un sector con mayor regulación y con mayor presencia del sector público».
Momento «histórico»
Respecto al sector bancario, González subrayó que éste atraviesa un momento «histórico» y señaló que la crisis ha demostrado la inviabilidad del sistema financiero internacional vigente hasta ahora».
Así, se está produciendo una enorme reestructuración del mapa bancario mundial, «con la desaparición de grandes nombres e importantes operaciones de adquisición», finalizó.
En otro orden de cosas, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, admitió ayer que el mundo afronta la peor crisis financiera desde la Segunda Guerra Mundial. «He visto muchas crisis y muy difíciles; es la primera vez que el corazón de las finanzas de los países industrializados está en juego», afirmó Trichet.
No obstante, el presidente del BCE se mostró optimista al confiar en que la crisis financiera será superada a través de una cooperación global, si bien no quiso decir cuánto tiempo llevará este proceso. Los problemas se resolverán «sólo con los esfuerzos conjuntos de las autoridades», insistió el presidente, y puntualizó que las potencias financieras están «todas en el mismo barco».
Por último, preguntado sobre la posibilidad de que Gran Bretaña entre en la zona del euro, Trichet dijo que es un asunto que debe decidir la población británica, si bien resaltó que el país siempre será bienvenido a sumarse a la moneda única en cualquier momento.
Unos 300 miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) irrumpieron ayer en una de las oficinas del BBVA en Granada y en la sede de la Inmobiliaria Osuna en protesta por el plan de rescate de la banca del Gobierno español.
Los accionistas del banco Lloyds TSB votaron a favor de la compra de su rival HBOS por 12.200 millones de libras (unos 15.527 millones de euros), que se desplomó en bolsa en setiembre víctima de la crisis.
La Reserva Federal espera que EEUU continúe en recesión durante un año más, según las actas publicadas ayer de la última reunión del Comité de Mercado Abierto, en la que bajó la tasa de interés al 1%.
El secretario general del PSE de Gipuzkoa, Iñaki Arriola, presentó ayer un documento en el que propone a las instituciones, partidos y agentes económicos del territorio alcanzar un pacto para hacer frente a la crisis económica.
De este modo, el documento del PSE describe medidas para acelerar la inversión pública en infraestructuras, impulsar la I+D+i, apoyar fiscalmente a las familias, incrementar el esfuerzo en política social, elaborar una estrategia territorial de empleo y dinamizar el comercio.
En cuanto a la política fiscal, los socialistas proponen introducir una nueva bonificación sobre el mantenimiento del empleo en el Impuesto de Sociedades, cuyo tipo general abogan por situarlo en el 30%.
El PSE también pretende que la Diputación elabore una «estrategia territorial de empleo» que actúe sobre los nuevos puestos de trabajo, como los que propiciará, según el PSE, el desarrollo de la Ley de Dependencia. Según Iñaki Arriola, esta ley podría crear entre 4.000 y 5.000 puestos de trabajo en la CAV.