Alégrame el día» es su frase mas célebre, pero tiene otras que describen bien lo que es, como: «Hay más de cien motivos por los cuales no debería matarte pero, ahora mismo, no se me ocurre ninguno». Misógino, violento, seco... Clint Eastwood es Harry Callahan, un duro policía formado en las calles de San Francisco. Sus colegas le conocen como «Harry el Sucio», el que realiza los trabajos «menos deseados». Alejado del estereotipo del héroe clásico, Harry Callahan es un inspector de Policía con un concepto particular de la justicia: dispara primero y pregunta después. Odia a quienes utilizan demasiado ketchup en sus perritos calientes y su mejor compañera es una S&W del 44. Viudo (su mujer murió atropellada por un borracho), detesta por igual a los maleantes que pululan por San Francisco como a la Policía corrupta y toda la maquinaria político y judicial que entorpece su trabajo. Esta «joya» de personaje, es todo un icono del cine de los 70 sobre el que se ha escrito mucho y no siempre bien. Hablamos de un policía de métodos cuestionables y, claro, un sector de la crítica, no sin faltarle razón, acusó a su director Don Siegel de hacer apología del fascismo. Desde luego Harry no es el mejor ejemplo que poner a los vástagos de una, pero no obstante, el primero de los filmes de la saga, logró un guión y una puesta en escena más que aceptable. Con «Harry el sucio», Don Siegel, uno de los grandes de la generación de la televisión, creó un nuevo modelo de policía que Hollywood emularía después a través de actores como Mel Gibson o Bruce Willis, en cintas como «Arma letal y «La jungla de cristal». Eastwood por su parte bordó su papel y aprovechó el tirón del personaje. Leñador, guarda forestal y albañil antes de convertirse en actor, Clint es un mito viviente. Comenzó trabajando para la Universal, para después convertirse en uno de los duros por excelencia del cine policíaco y del western de los años setenta. Popular gracias a la serie de televisión «Rawhide», prosperó hasta convertirse en uno de favoritos de Don Siegel. Su etapa con Sergio Leone, su mítico personaje de Harry el Sucio y sus aciertos como director le han proporcionado prestigio y varios premios Óscar. Tras películas como «Sin Perdón», «Mystic River» o «Million Dollar Baby», estos días estrena «El intercambio», pero pronto llegará lo que dicen es lo mas parecido a una nueva secuela de «Harry el sucio»: «Gran Torino». El protagonista; otro «prohombre», un veterano de guerra racista que puede ser el último personaje que interprete Eastwood. Rumores...