Tras dos días de Consejo, los Veintisiete alcanzaron por unanimidad un acuerdo sobre los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y las cuotas para 2009, que mantiene hasta julio la veda de la anchoa en el Golfo de Bizkaia, según declaró el comisario europeo de Pesca, Joe Borg.

Indicó que la pesquería aún no se ha recuperado y que habrá que esperar a los informes científicos de abril o mayo sobre el estado del recurso. Si entonces se comprueba que las existencias de anchoa se han recobrado, se reabrirá la pesquería, añadió Borg.

El director de Recursos de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, Leandro Azkue, calificó como decepcionante la decisión y lamentó que no se haya tenido en cuenta la propuesta de abrir la pesquería con una cuota de 7.000 toneladas, con periodos de veda muy concretos de dos meses y medio y dirigida a una pesquería de edad.

El comisario Borg y el presidente del Consejo de ministros de Pesca, el francés Michel Barnier, manifestaron que el acuerdo recoge medidas que suponen «un paso adelante» para la protección de los recursos. Aludieron a las especies sometidas a planes de recuperación, como el bacalao, para el que se rebajarán las capturas un 25%.

La pesca de la merluza se reduce un 5% en aguas del norte (mar Céltico, oeste de Escocia y Gran Sol) para 2009, pero en aguas como las del Cantábrico aumentará un 15% la cuota de esta especie. En el caso del rape, continuarán las mismas cuotas en las aguas del norte, salvo en algunas subzonas donde la UE ha decidido subirlas un 8%, pero descenderán un 10% las capturas de este recurso en aguas del Cantábrico. Subirá también un 8% la cuota de gallo en los caladeros del oeste de Escocia.

Asimismo, la regulación de TAC y cuotas refleja los acuerdos del ICCAT (organismo que gestiona las pesquerías de atunes) para restringir en 2009 las capturas de atún rojo.

Propuesta de la OMC

Horas después de conocerse el acuerdo, Guillermo Valles, embajador uruguayo y presidente de las negociaciones de normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), presentó una hoja de ruta sobre cómo proseguir con las discusiones para acabar con los subsidios a la pesca en el marco de la Ronda de Doha. Valles afirma que todos los miembros de la entidad están de acuerdo en que existe una clara sobreexplotación de los bancos pesqueros y que ello conlleva enormes efectos negativos, tanto económicos como medioambientales.

Por esa razón que la hoja de ruta se limita a «identificar las áreas claves y los problemas que quedan por resolver para reconciliar las posiciones y avanzar en las discusiones». Señala que los miembros deben decidir qué subsidios pueden mantenerse y cuáles no, y deja claro que hay que tener en cuentas los intereses y las preocupaciones de los países en desarrollo.