C ada vez más alejados entre sí, son los dos extremos que polarizan el global de la humanidad. Lo deseable es que esta crisis marque una frontera entre un antes y un después para salir diciendo: cualquier tiempo pasado fue peor.

Una verdad a medias es que con la banca se han aplicado las mismas medidas que en otros países: darles dinero. Pero ¿se han nacionalizado parcialmente comprando activos por el valor entregado como en otros países o se les ha regalado nuestro dinero? Esta información nos la deben.

La Higiene Vital es el arte de la curación por la forma de vivir. Los higienistas saludan a la «enfermedad» con un ¡bienvenida! Pasteur en su lecho de muerte confesaba que la enfermedad no se contrae por el «bichito» que nos ronda a todos por igual, sino que la causa está en el terreno. «Al perro flaco todo son pulgas» venía a decir; que un cuerpo o una biología con los recursos vitales mermados «se ofrece» como caldo de cultivo para alojar toda clase de «bichitos» patógenos hasta llevarlo a una situación crítica.

Crisis física, mental, emocional, existencial, de valores... oportunidades que ofrece la vida para crecer en: humanidad, recursos, discernimiento... y adquirir valores superiores como el respeto, igualdad, justicia, libertad, solidaridad y otros mas domésticos como amabilidad, empatía, mesura, austeridad... Bases imprescindibles para atraer la paz y que dan sentido cívico a nuestra razón de vivir como humanos. ¿Sabremos aprovechar esta segunda oportunidad?

En el otro polo, el comportamiento neoliberal (aldunak alduna) metástasis del capitalismo. Un «bichito» salvador, nacido de la crisis del 93. Un «mesías» feroz que fomenta la desigualdad entre países, entre ciudadanos dentro del país, entre culturas, entre civilizaciones... hasta la confrontación y el dolor.

Hoy aquí se nacionaliza el dolor; le ponen fronteras y banderas cuando... ¿qué mas da el llanto de un niño vasco, español, irakí, afgano o palestino herido por la metralla, asustado por el estruendo de una explosión o muere de hambre o enfermedad? Evitarlo es obligación de nuestros gobernantes ..... la primera sin duda.

El presidente Zapatero encabeza ante la ONU el fomento de la Alianza de Civilizaciones. Suena muy bien, pero duele su silencio, el del lehendakari, Europa, la ONU, la Conferencia Episcopal... Duele esa tibieza y falta de libertad para condenar los excesos de quienes violentan practicando el neoliberalismo bélico y la dictadura económica... y cívicamente no resuelven casi nada.