Diez años de vida tiene ya uno de nuestros festivales más veteranos, Hatortxu Rock. Sólido y establecido, a pesar de las numerosas trabas administrativas y políticas sufridas a lo largo del tiempo, este año nació con la misma fe y moral que en otras ediciones, como si los zarpazos, lejos de herir, alentasen los deseos de trabajo de los organizadores. Surgió también la presente edición como un puente hacia la celebración del que será el número diez, a celebrar en 2010, razón por la que a la presente la han denominado 9,5. En realidad, un festival que lejos de ser un parche hacia el siguiente, ha quedado con la misma fuerza y singularidad que los precedentes.

Continuidad

En el otoño de 1999 comienzan los preparativos para el primer Hatortxu Rock. En principio, se piensa en un encuentro puntual sin ánimo de continuidad. «Sí, así es. El festi nació -explica Endika Alonso, uno de los veteranos del festival- como una cosa puntual, pero viendo que salió muy bien, decidimos empezar a instaurarlo en esas fechas navideñas. Y desde entonces nunca hemos fallado.Hay quien nos llama `El Almendro', porque siempre volvemos por Navidad... La razón del nacimiento del Hatortxu era muy evidente, intentar paliar los gastos multimillonarios que supone la dispersión. Esas razones no desaparecieron y por eso hicimos un segundo. Y un montón de tiempo después, aquí estamos, porque por desgracia, esas razones no han desaparecido. Al contrario, cada año la situación es más dura, la dispersión más cruel y los derechos de los presos y presas se respetan menos».

Son ya muchos festivales, por lo tanto, experiencias con un buen número de hechos y circunstancias. Para Endika es complejo especificar un festival que, por alguna razón, terminase siendo especial; no obstante, como en tantas cosas de la vida, parce que el primero es el que más poso dejó: «Todos han sido especiales, además de que año tras año hemos introducido variantes siempre y no ha habido dos festis iguales. Pero tal vez el primero, por aquello de la inexperiencia y de que todo era nuevo, fue muy especial. Además se hizo un 25 de diciembre, la gente pensaba que estábamos locos montando algo en esas fechas, pero mira por dónde fue un éxito. Eso sí, tuvimos algún fallo como que se nos olvidó pedir los vasos. Recuerdo que nos acordamos de ellos el día 24 de diciembre, de víspera. Evidentemente, la empresa distribuidora no contestaba al teléfono, así que nos plantamos en un supermercado a eso de las 7 de la tarde, cuando iban a cerrar. Les pedimos vasos y cuando nos preguntaron que cuántos, le dijimos que `todos los que tuviera, que si pudieran ser unos 10.000'. No olvidaré la cara de aquella señora, que al principio pensaba que estábamos montando algún botellón con la cuadrilla. Otro que fue muy especial fue el de las versiones, en la sexta edición. Koma y Betagarri hacían de base musical y un montón de cantantes de las formaciones originales de esos temas iban apareciendo sobre el escenario. Fue precioso, hubo un ambiente muy diferente, no era la típica noche de juerga sin más, todo el mundo estaba muy expectante y atento para ver quién aparecía al micro. También resulta imborrable el recuerdo del accidente de Gusa, en Hatortxu 7. Eso nos ha marcado a todos en lo personal y, en muchos sentidos, al propio festival en sí».

Gusa -guitarrista en aquel momento del grupo Nok-, accedió al escenario durante la actuación del grupo Etsaiak. Un percance terminó con Gusa en el foso produciéndose graves lesiones. En la sexta edición, la hermosa locura de las versiones, cayó en Euskal Herria una nevada impresionante, por lo que un buen número de aficionados y músicos (Xabi, de Urtz, Alaitz eta Maider...) no pudieron llegar. Sin olvidar que Hatortxurock ha sido el primer testigo del regreso de bandas como Piperrak, Etsaiak, Narco, Deabruak Teilatuetan, Anestesia, Baldin Bada...

El curioso 9,5

Esta debería haber sido la edición X; sin embargo, será la 9,5, porque la celebración del décimo aniversario será algo muy especial que se celebrará en este mismo año. Con todo, se puso tanta ilusión en la edición actual que les ha quedado como una más entre todas o, incluso, como una de las más potentes. «En un principio pensamos en algo testimonial, una referencia para no perder la fecha y la costumbre. Pero la verdad es que nos ha quedado muy completo», precisa Endika. Y es que cuando las cosas se hacen con entusiasmo y conocimiento, ocurren estas cosas. Todos pegados a la presente edición, pero atentos también a las noticias que sobre la siguiente se darán en las pantallas de vídeo de mañana, pues se adelantará lo que será el bloque de esa edición especial de 2010, que contará con muchas sorpresas y otra fecha.