La situación humanitaria en Gaza se degrada más cada día que pasa
Día tras día, la situación humanitaria que se vive en Gaza empeora un poco más. La decisión israelí de atacar un convoy de ayuda de la ONU, provocó la suspensión de las actividades del organismo internacional, lo que supuso una nueva vuelta de tuerca. Ayer continuaron los ataques contra Gaza y se incrementó el balance de muertos: 765. Muchos de ellos son cadáveres rescatados durante el descanso de tres horas registrado al mediodía.
GARA |
En Gaza, al sur de Palestina, la situación seguía degradándose aún más. El balance de muertos ascendió ayer de manera vertiginosa, alcanzando la cifra de 765, según informó el responsable de los servicios de urgencia en Gaza, Mouawiya Hassanein. La cifra de heridos se elevaba a más de 3.200.
La interrupción de la agresión permitió la recuperación de cadáveres por parte los servicios de rescate en el campo de refugiados de Jabaliyah y en Atatra, al norte de Gaza, y en al-Zeitun, un barrio de la ciudad de Gaza. Ésta es la razón del súbito incremento en la cifra de fallecidos, aunque hubo nuevos ataques.
Sin embargo, esta acción humanitaria fue un mero espejismo. Horas después, la Agencia de la ONU para la Ayuda a los Refugiados Palestinos (Unrwa) anunció que suspendía todas sus actividades después de que uno de sus convoyes recibiera el impacto de un obús del Ejército israelí. Un conductor palestino murió en este ataque, que se registró cerca de la terminal fronteriza de Erez, al norte de Gaza.
«La Unrwa ha suspendido sus operaciones en Gaza», afirmó Chris Gunness, el portavoz de la agencia. «Mantendremos esta suspensión mientras las autoridades israelíes no nos garanticen la seguridad de nuestros equipos», añadió.
Esta decisión de la Unrwa se produjo cuando ya la situación sanitaria de los hospitales de Gaza era extremadamente lamentable. «Los doctores y enfermeras en la región han estado trabajando casi 24 horas al día desde hace dos semanas, cuando empezaron los bombardeos. Todos los trabajadores de los hospitales están realmente exhaustos», explicó Gunnes.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el ataque israelí contra el convoy de la organización internacional, destacando que estaba perfectamente identificado con banderas azules.
Gunnes, por su parte, destacó que del millón y medio de habitantes de Gaza, un millón se encuentra sin electricidad, 750.000 están sin agua y todos los hospitales funcionan con generadores eléctricos de emergencia que pueden pararse en cualquier momento por falta de combustible. «Tenemos reservas de alimentos para días, no para semanas», añadió.
La mayoría de los muertos ayer fallecieron como consecuencia de disparos israelíes en los sectores de Beit Lahya y Jabaliyah, entre los que, una vez más, vuelven a encontrarse niños.
En el lado israelí, el número de bajas de soldados asciende a ocho, después de que un oficial muriera en combate al norte de la ciudad de Gaza.
Junto a ello, 18 casas palestinas fueron destruidas en los ataques aéreos contra los túneles que permiten el paso a Egipto, en Rafah, al sur de Gaza. Cientos de familias se vieron obligadas a huir de esta zona.
El lanzamiento de cohetes desde el sur de Líbano hacia posiciones del norte de Israel, que fueron inmediatamente seguidos de una respuesta de Israel, hicieron temer ayer por el riesgo de una escalada militar en la frontera de Galilea.
Cohetes desde Líbano
Israel trató de relativizar la importancia de este ataque, destacando que era de carácter aislado y tratando de alejar el fantasma de un segundo frente en el norte mientras mantiene su ofensiva criminal contra Gaza, en el sur.
«Sabemos que elementos extremistas de Líbano quieren aprovechar la batalla contra Hamas para sus necesidades», declaró a France Presse un alto responsable gubernamental israelí que prefirió mantenerse en el anonimato.
«No estamos sorprendidos y estamos preparados para cualquier escenario», añadió este dirigente, que trató, en todo momento, de evitar mencionar el nombre de Hizbullah como autor del ataque con cohetes. El movimiento libanés venció a Israel en verano de 2006.
En este sentido, fuentes militares israelíes estimaron que estos cohetes fueron lanzados por grupos palestinos en respuesta a la ofensiva sionista en Gaza. En cualquier caso, el ataque no podría haberse llevado a cabo sin el visto bueno de Hizbullah, que controla el sur de Líbano, pese a la presencia de tropas europeas de la ONU.
En los últimos días, el responsable de Hizbullah, Hassan Nasrallah, ha mostrado su apoyo a Hamas y a los palestinos que hacen frente a la ofensiva sionista y ha proclamado que está dispuesto a enfrentarse en una nueva guerra con Israel.
En cualquier caso, el ministro de Trabajo libanés, Mohamad Fneish, miembro de Hizbullah, negó que este grupo sea el lanzador de los cohetes. «Cuando Hizbullah hace algo lo anuncia y no tiene problemas en hacerlo», destacó Fneish.
Fneish calificó de «agresión contra Líbano» los disparos de artillería realizados contra el país árabe.
Mientras, diez formaciones palestinas, entre ellas Hamas, hicieron público ayer un comunicado en Damasco en el que rechazan el plan franco-egipcio para establecer una nueva tregua en Gaza, al considerar que «no tiene una base válida».
Junto a Hamas, suscriben el comunicado la Yihad Islámica, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), entre otros.
«La iniciativa sólo podría ayudar al enemigo a lograr los resultados que no ha podido obtener hasta ahora», destacan las formaciones palestinas, que también rechazaron el despliegue de observadores internacionales en Gaza y exigieron a Israel que detenga la agresión, que se retire inmediatamente y que levante el bloqueo y a Egipto que abre inmediatamente la frontera de Rafah.
Desde el propio Egipto, los Hermanos Musulmanes, principal formación de oposición del país africano y que fue clave en la formación de Hamas en Palestina, también denunciaron la iniciativa de Nicolas Sarkozy y Hosni Mubarak.
«El plan se contenta con pedir el alto el fuego y una tregua, equiparando al verdugo y a la víctima», destacaron los Hermanos Musulmanes.
Quien sí mostró favorable a la propuesta franco-egipcio fue el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, que ayer se encontraba en Madrid, donde se reunió con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
«Mañana (hoy) por la mañana, estaré viajando a Egipto para realizar consultas con nuestros hermanos egipcios en relación a esta iniciativa», declaró Abbas.
Zapatero también mostró su apoyo a la iniciativa franco-egipcia, destacando que «hay que hacer todo lo posible para alcanzar un alto el fuego».
Siria, por su parte, destacó que cualquier iniciativa en Gaza debe basarse en una paralización inmediata de la ofensiva sionista, el levantamiento del bloqueo y la apertura de los pasos fronterizos, según informó la agencia SANA. «Cualquier otra iniciativa no tiene sentido», destacó el ministro sirio de Información, Mohsen Bilal.
Desde Israel, la ministra de Exteriores, Tzipi Livni, se declaró rotundamente en contra de establecer cualquier tipo de negociación con Hamas. «El terrorismo tiene que ser borrado de Gaza para alcanzar la calma», declaró Livni.
El primer ministro del Gobierno de Cisjordania, Salam Fayyad, destacó ayer que el mandato del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, no concluye hoy, «al contrario de lo que dice Hamas».
«Las circunstancia que permiten hablar de una vacante en el puesto del presidente no se han producido y esto pone fin a la cuestión», destacó Fayyad.
La Ley Fundamental -el equivalente de la Constitución de la Autoridad Palestina- fija en cuatro años el mandato del presidente. Abbas fue elegido el 9 de enero de 2005, por lo que su mandato acaba hoy.
Sin embargo, al-Fatah se recurre a la Ley Electoral, de rango inferior, para argumentar que las elecciones presidenciales y legislativas deben celebrarse al mismo tiempo. Las últimas elecciones legislativas, en las que se impuso Hamas, se celebraron en enero de 2006, por lo que no deberían ser convocadas de nuevo hasta enero de 2010. La intención declarada de Abbas es prorrogar unilateralmente su mandato un año más y celebrar las dos elecciones en enero de 2010. Hamas exige que abandone el cargo inmediatamente.
Mairéad Maguire, irlandesa galardonada con el premio Nobel de la Paz en 1976, reclamó a la ONU que juzgue a las autoridades israelíes por los crímenes de guerra cometidos durante la agresión a Gaza.
El Senado de EEUU aprobó ayer, por unanimidad, una declaración en la que reconoce «el derecho de Israel a defenderse». La Cámara de Representantes aprobará otra declaración similar.
El jefe del Estado Mayor israelí, el general Gaby Ashkenazi, viajó ayer a las afueras de la ciudad de Gaza para seguir de cerca las evoluciones de sus soldados en este territorio palestino, según informó el diario «Haaretz».
La Cruz Roja Internacional acusó ayer al Ejército israelí de haberle impedido el acceso a los heridos palestinos en Gaza. Hay casos como el de un grupo de niños que lleva cinco días encerrado en su casa con el cuerpo de su madre, fallecida en los combates.
Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), las ambulancias no fueron autorizadas hasta el miércoles a acceder a numerosas casas en el barrio de al-Zeitun, donde había varios heridos y muertos.
«Los militares israelíes tienen que tener conocimiento de la situación, pero no nos permiten acceder a los heridos. No nos ha dejado ni a nosotros ni a la Luna Roja palestino ayudar a los heridos», destacó Pierre Wettach, director del CICR para Israel y los territorios palestinos ocupados.
Israel negó estas acusaciones, afirmando que está «trabajando estrechamente con las organizaciones internacionales durante los combates, para que los civiles puedan recibir ayuda», al tiempo que destacó que examinará cualquier queja que se presente sobre su actuación.
Amnistía Internacional también denunció a Israel por usar a la población civil palestina como escudos humanos. «Nuestras fuentes en Gaza informan de que los soldados israelíes han entrado y tomado posiciones en varias viviendas palestinas, obligando a las familias a quedarse en una habitación del primer piso mientras utilizan el resto de la casa como base militar y posición para francotiradores», afirmó Malcolm Smart, del Programa Regional para Oriente Próximo y el Norte de África de AI, que añadió que «esto incrementa el claramente el peligro que corren las familias palestinas afectadas y supone su utilización como escudos humanos».
«El Ejército israelí sabe muy bien que los combatientes palestinos suelen abandonar la zona después de haber disparado y que en la mayoría de los casos los ataques en represalia contra esas viviendas causará daños a civiles, no a combatientes», subrayó Smart.
Por ello, Smart pidió a «los dos bandos» que no lleven ataques desde zonas civiles. «Aunque utilicen casas para atacar, eso no las convierte en objetivo militar», añadió.
AI pidió también a las milicias palestinos que no ataquen a la población civil israelí.
