En el cruce de caminos romano, el Baskonia escogió la vía más difícil para allanar su camino a Berlín, obteniendo en la prórroga un triunfo que le asegura ser primero de grupo. Tras un partido de muchísimas alternativas y muy exigente, tras tener Teletovic el triple que evitara la prórroga, el Baskonia se presentó a ésta muy mermado; sin Splitter, con Teletovic magullado y todos los pocos efectivos empleados muy quemados, pero la irrupción de un descomunal Mickeal y Rakocevic le permitió obrar la gesta en el coliseo romano.

Como en el partido de Zurbano, el Baskonia comenzó el partido fuera de juego, con la defensa muy atrasada y sin claridad en ataque, siendo el tiro libre el único filón. Hutson, Jaaber y Da Tome aprovecharon su desidia para abrir brecha, desventaja que Prigioni mitigó con un triple sobre la bocina del último cuarto a 25-20.

La reacción llegó con la defensa mucho más adelantada y con un espléndido Teletovic como ejecutor. Esta fase de velocidad permitió incluso conseguir una diferencia de seis puntos (31-36) con un triple del bosnio que luego tuvo que retirarse con un golpe en la rodilla. Lamentablemente, el Baskonia no pudo mantener la tensión y los romanos pudieron darle la vuelta al marcador para marcharse con un punto de ventaja al descanso (45-46) gracias a las penetraciones de Becirovic y Gabini.

Teletovic, pese a sus evidentes problemas físicos, volvió a liderar la remontada azulgrana con su prodigiosa muñeca, pero al Baskonia le faltó algo de frescura física para asestar un golpe definitivo. Mientras el éxito de Gentile ha sido el saber repartir los minutos entre sus jugadores, Ivanovic se vio maniatado por el mal día hasta entonces de Mickeal y McDonald y sus limitaciones en el puesto de base. El desgaste comenzó a pesar.

No fue hasta que le pitaron una técnica por protestar un 2+1 a su favor que sí era a Prigioni cuando Ivanovic decidió sustituirle por Shakur y lo que parecía una tragedia se tornó en inesperada solución. Con la buena defensa del estadounidense sobre Jaaber, aderezada con la labor intimidatoria de Splitter y el poder anotador de Rakocevic le dio una renta de 11 que parecía definitiva. No obstante, al Baskonia se le fundieron los plomos y los romanos forzaron la prórroga tras el fallo de tres de Mirza Teletovic.

La gesta requería de la épica y esta llegó de la mano de Rakocevic y de un Mickeal que volvió a convertirse en MVP, en este caso de la prórroga, al terminar con una valoración de 21, cuando terminó los 40 minutos con 4.