Dos niños y un adulto murieron ayer a manos de un hombre armado con un cuchillo en una guardería de la localidad belga de Dendermonde (noroeste). Otros diez menores y dos adultos resultaron heridos en el ataque y aunque siguen ingresados en seis hospitales se encuentran fuera de peligro, según confirmaron las autoridades locales y regionales.

Hasta ahora, dos empleados del centro han sido operados y varios niños han tenido que ser intervenidos por cirujanos plásticos para intentar que no les queden demasiadas cicatrices.

El agresor, de 20 años y residente en Dendermonde, entró por la mañana en un centro infantil con la cara pintada de blanco y los ojos de negro y cruzó dos puertas sin que nadie se percatase de su presencia hasta alcanzar una estancia en el primer piso donde se encontraban los pequeños. Armado con un cuchillo de 30 centímetros comenzó a apuñalar de manera indiscriminada para luego darse a la fuga en una bicicleta y ser detenido más tarde en un supermercado de un pueblo vecino.

Se ríe de los agentes

Durante la detención, el hombre resultó herido y tuvo que ser ingresado en un hospital de la cercana ciudad de Aalst. No obstante, la Policía pudo comenzar después el interrogatorio, con objeto de averiguar los motivos de su actuación, aunque fuentes cercanas a la investigación confirmaron que se ríe de los agentes.

El fiscal Christian du Four desmintió en declaraciones a la radiotelevisión pública RTBF que el individuo se encontrase bajo los efectos del alcohol o de sustancias estupefacientes ni que opusiese resistencia en el momento de la detención, aunque sí llevaba un arma consigo. Negó que el agresor se hubiese escapado de una institución psiquiátrica y que tuviese antecedentes penales e indicó que la Fiscalía emitirá mandato de arresto por «asesinato» e «intento de asesinato».