Una de las viviendas registradas por la Policía española en Nafarroa fue la de Xanti Kiroga, parlamentario abertzale en dos legislaturas, concejal en Iruñea y en la actualidad edil de la izquierda abertzale en Uharte.

¿Cómo ha sido la irrupción policial en su casa?

Sobre las 2.30 de la madrugada han llamado de abajo: «¡Abra, Policía!». Había dos furgonetas y varios coches. En total, unos 15 uniformados de azul y media docena de paisano, todos ellos con pasamontañas. Han entrado en casa y han empezado a registrar una por una todas las habitaciones menos las de nuestros dos hijos, que estaban dur- miendo. Han registrado todo lo demás durante dos horas y media o así, en presencia de una secretaria judicial. Han dejado todo patas arriba y a las cinco de la madrugada se han ido.

¿Les han dado explicaciones?

Ninguna. Nos han mostrado una orden de Garzón en la que pone que tienen permiso para entrar y registrar la casa desde la 1.00 de la madrugada de hoy [por ayer] hasta la 1.00 de la madrugada siguiente.

¿Se han llevado algo?

Se han llevado un cartel de las elecciones municipales de Uharte, algún calendario, los dos ordenadores y todos los CDs que han visto, incluidos los que teníamos con las fotos digitales de nuestros hijos.

¿Han preguntado algo?

Nada de nada. Al entrar me han preguntado a ver si yo era Xanti Kiroga y me han mostrado una orden de registro en la que estaba subrayada una parte que decía: «...al objeto de proceder a la intervención de soportes informáticos, digitales o cualquier otro efecto, instrumentos, armas, explosivos y objetos relacionados con las actividades delictivas y pertenencia o cola- boración con organización terrorista». También han registrado el coche que tenemos en la bajera, pero no se han llevado nada.

¿Qué valoración hace de esta actuación policial?

La izquierda abertzale lleva muchos años tratando de conseguir que en este país tengamos definitivamente un marco democrático que permita que todos los proyectos sean defendidos en igualdad de condiciones, pero nos encontramos con una nueva agresión contra la izquierda abertzale. En realidad, es una agresión contra Euskal Herria, pero va dirigida en concreto contra el sector que con más determinación plantea el cambio político que este país necesita y que la mayoría de este país seguramente quiere. Creo que es un error que sigan insistiendo en esa línea, porque no crea más que problemas, y más pronto que tarde tendrán que darse de cuenta que es imposible seguir alimentando este conflicto.