Juanjo Basterra Periodista
Confabulación entre los gobernantes y la élite económica
No me fío de quienes estos días nos venden humo con sus propuestas electorales. No creo en ellos. El hecho cierto es que todos los que están en este escenario electoral antidemocrático han contribuido y contribuyen en mayor o menor medida para que la élite económica acumule enormes beneficios a costa del sudor y el esfuerzo de los trabajadores, unas veces con la reducción exagerada de impuestos y, en otras, con inyecciones multimillonarias de dinero público, el de todos nosotros.
Quienes ocupan los gobiernos en Madrid, en Iruñea y Gasteiz sólo han salido en apoyo de los banqueros y de los empresarios, a los trabajadores nos dejan a un lado. José Luis Rodríguez Zapatero, concedió miles de millones a la banca y ésta los utilizó para sanear sus cuentas, nada de reducir los tipos de interés. En Gasteiz, el trío Juan José Ibarretxe, Joseba Azkarraga y Javier Madrazo decidió inyectar con 1.000 millones a las empresas. Dinero que se entrega de forma directa a las cajas vascas para que obtengan rentabilidad en la gestión de las operaciones con dinero de todos. Bancos y cajas han logrado importantes beneficios en 2008, pese a la crisis. Pero a los defensores de las élites económicas les da igual que los trabajadores sufran.
Tenemos que saber que por cada año del sueldo individual de José Luis Rodríguez Zapatero o de Juan José Ibarretxe los trabajadores con un salario medio tenemos que trabajar cinco años para igualar una ganancia similar. Si eres un trabajador temporal, y de un sector muy precario, necesitas 10 años para alcanzar el salario individual de cada uno de los dos presidentes. Es decir, en una legislatura cobrarán lo que algunos trabajadores ganarán en 35 años de su vida laboral. Si comparamos el sueldo con el de un directivo medio vasco, un currela tendrá que trabajar 10 años para acumular la riqueza de un sólo año del directivo, y si lo hacemos con el sueldazo del presidente del BBVA (8,7 millones, además del plan de pensiones) necesitaríamos 378 años para alcanzar esa misma cantidad.
Es necesario un cambio de modelo económico. El actual sólo explota a los trabajadores, mientras unos pocos acumulan riqueza sin cesar. ¡Qué cara!