Huida hacia delante
«Julia»
Tras una década sin tener ninguna noticia de Erick Zonca, el cineasta que sorprendiera con su ópera prima «La vida soñada de los ángeles», ha reaparecido en la Berlinale acompañado por Tilda Swinton.
M. INSAUSTI | DONOSTIA
Diez años llevaba Erick Zonca sin dirigir ninguna película, por lo que la noticia de su vuelta a la actividad fílmica ha sido recibida con gran expectación. A finales de los 90 hizo sus dos únicos largometrajes, que le valieron por sí solos para ganarse un prestigio dentro del cine europeo de autor. En especial con su recordada ópera prima, «La vida soñada de los ángeles», que mostraba la cara oscura de Lille a través de la relación entre dos jóvenes amigas marginales, describiendo los paisajes desolados que después Dany Boon ha tratado de prestigiar a su modo en la comedia «Bienvenidos al Norte». Con su siguiente, «El pequeño ladrón», se adentró con igual capacidad realista en los ambientes delictivos marselleses. Hasta cierto punto enlaza con tercer largometraje, ya que «Julia» es un trhiller fronterizo con sus dosis de acción.
Erick Zonca confiesa que se ha sentido inspirado por el cine de John Cassavetes, dado que argumentalmente hay alguna que otra coincidencia con «Gloria». A diferencia de Gena Rowlands, que trataba de salvar a un niño de la persecución mafiosa, Tilda Swinton es la que secuestra al menor, aunque luego intente corregir su delito y salvar la vida del inocente. Los hechos se desencadenan en la frontera entre México y los EE.UU., pero previamente el espectador conoce el tipo de vida trágica que lleva a la protagonista a verse envuelta en el plan de secuestro. Se trata de una mujer que ha llegado a los 40 sin alicientes, abocada a una huida hacia delante. Pese a su aspecto formidable, es alguien que ha perdido el control de la situación por culpa de un alcoholismo destructivo, a fuerza de noches sumergidas en vodka.