Acaba el motín de los BDR en Dacca con al menos 12 muertos y 137 desaparecidos
Después de 36 horas de tensión, negociaciones, promesas de amnistía y amenazas de asalto militar, el Gobierno de Bangladesh anunció el fin de motín de los paramilitares del BDR en su cuartel general de Dacca, que se saldó con al menos 12 muertos y 137 desaparecidos.
GARA |
El jefe de la unidad paramilitar Bangladesh Rifles (BDR) que el miércoles se amotinó en su cuartel general de Dacca, el general Shakil Ahmed, es una de las al menos doce víctimas mortales con las que se ha saldado la revuelta, según anunció uno de sus compañeros de armas. Horas antes Ahmed figuraba entre los 137 efectivos que se encontraban desaparecidos. El fin del motín fue anunciado ayer por el Gobierno de Bangladesh. Un portavoz militar dijo que de los 168 rehenes -oficiales y sus familias- 22 fueron liberados y nueve resultaron muertos.
«La situación está bajo control completo del Gobierno. Los miembros del BDR han entregado sus armas totalmente», anunció el portavoz de la jefa del Gobierno, Abul Kalam Azad.
Vehículos policiales y militares entraron en el complejo del BDR en el centro de Dacca y tomaron el control de su verja principal y de la armería, mientras los miles de amotinados ondeaban banderas blancas y soltaban a sus rehenes.
La entrega de armas se efectuó ante la ministra de Interior, Sahara Khatun, que entró en el cuartel a primeras horas de la tarde de ayer por segunda vez para lograr la rendición total de los guardias que aún insistían en su revuelta. «Me han dado las llaves de los dos arsenales tras entregar sus armas», explicó Khatun al salir del cuartel.
El motín comenzó el miércoles tras una discusión a la que siguió un tiroteo entre guardias del cuerpo, que reclamaban mejoras salariales, y sus altos mandos, que pertenecen al Ejército. Tras el tiroteo, en el que se empleó armamento pesado, miles de guardias rebeldes se atrincheraron en el complejo y tomaron a sus oficiales como rehenes.
Varias delegaciones del Gobierno acudieron al cuartel a negociar y la primera ministra, Sheikh Hasina, recibió en su residencia a una delegación para escuchar sus demandas.
Pero las promesas de amnistía y de cumplimiento paulatino de sus demandas profesionales que hizo Hasina no sirvieron para convencer a todos los guardias de que depusieran su actitud. Los más rebeldes exigieron al Gobierno que el Ejército retirara su cerco al cuartel y abandonara los otros 46 que este cuerpo tiene en el resto del país.
Ayer se multiplicaron los tiroteos y la tensión en varios cuarteles, que hicieron temer que el motín se extendiera. Hasina optó entonces por amenazar, en un mensaje televisado, con emplear la fuerza, mientras el Ejército rodeó el complejo de Dacca con tanques y vehículos acorazados, lo que hizo temer un inminente asalto y puso fin al motín.