Nuevas y serias amenazas para los trabajadores
En la antesala de la negociación colectiva para 2009, el sindicato LAB alertó ayer sobre los intentos de la patronal para precarizar el empleo utilizando la crisis como coartada y manifestó que se opondrá frontalmente a cualquier retroceso en los derechos de los trabajadores. La central también manifestó que existe una amenaza posible de que se negocie una nueva reforma laboral que, como las anteriores, supondría otro paso atrás para la clase obrera. La advertencia fue corroborada ayer mismo por el propio presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien reconoció estar «dialogando» con los agentes sociales para introducir cambios en la normativa laboral. En ese contexto, Zapatero trató de sacar pecho negando con rotundidad que vaya a aceptar el despido libre, en una pose vacía de contenido toda vez que ese despido libre existe en la actualidad para la mayor parte de los contratos en activo: los precarios.
Sin embargo, la pose tiene una segunda parte: el presidente español negocia con UGT, CCOO y la patronal la posibilidad de que aquellos empleados que vayan a ser despedidos capitalicen su derecho a paro y lo entreguen a la empresa a cambio de mantener su empleo. Es decir, que cada trabajador compre su propio puesto de trabajo. Nuevas inyecciones de capital al empresariado, esta vez a costa del bolsillo de los asalariados.