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Dos nuevas estrellas Michelín en Lapurdi, pero una «no es deseada»

No es muy común que alguien se niegue a recibir una de las famosas -y polémicas, todo hay que decirlo- estrellas de la guía Michelín. La mayoría saltaría de alegría, aunque no es el caso del chef Cédric Béchade, propietario del Auberge Basque de Senpere, quien declaraba ayer que no la deseaba, por el estrés que genera mantenerla. Béchade y los Rosier, de Biarritz, se alzaban ayer con el honor de ser las nuevas estrellas Michelín de Ipar Euskal Herria.
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Amaia EREÑAGA | DONOSTIA

La de este año es especial, no en vano la prestigiosa guía gastronómica Michelin, la clasificación de restaurantes más influyente del mundo, alcanza en 2009 su edición número 100 sobre el Estado francés. La lista la dio a conocer ayer en París el director de la guía Michelin Francia, François Mespléde. En datos, lo más destacado: la única nueva entrada en el top de tres estrellas la constituye el parisino Le Bristol, de Eric Fréchon, un restaurante al que llaman «la cantina de Sarkozy», por la asiduidad con la que el jefe del Estado francés visita este establecimiento cercano al Palacio del Elíseo; el número de tres estrellas en el Hexágono permanece inalterado con 26 establecimientos; y, finalmente, se aprecia una tendencia a la vuelta a los productos del campo y a los pequeños establecimientos.

En lo que se refiere a Ipar Euskal Herria, el hotel-restaurante Les Pyrénées de Donibane Garazi, regentado por el conocido Fermin Arrambide, es el único que detenta dos estrellas, aunque hay una larga lista de establecimientos que tienen una. Y la sorpresa saltaba ayer precisamente en los «novatos». Cédric Béchade es un chef que se enamoró de Euskal Herria hace trece años, cuando comenzó trabajó durante año y medio en el Hotel du Palais de Biarritz con Jean-Marie Gauthier. Su carrera le llevó luego a París y entre sus «compañeros» de trabajo se encuentran grandes nombres como el mítico Alain Ducasse o Jean-François Piége. Pero decidió volver aquí y en 2006 compró y restauró totalmente el Auberge Basque de Senpere, convertido ya en empresario... «y como empresario puedo decirles que no deseaba esta estrella y así se lo hice saber al director general de Michelin Francia a finales de abril pasado. Pienso sinceramente que el stress que genera todos los años durante dos meses tanto a nivel de clientes como de personal puede ser muy peligroso para la joven empresa que dirijo», expresaba ayer en una nota de prensa. Situado en las afueras de Senpere, en la carretera antigua a Donibane Lohizune, parece que el mayor miedo del dueño del hotel y restaurante Auberge Basque es que deje de ser el lugar al que, por ejemplo, vayan a comer y dormir sus vecinos de Azkaine, y termine convirtiéndose en un lugar elitista por efecto de la «fiebre Michelín»: «No cambiaremos nuestras tarifas y, por el contrario, estamos estudiando la posibilidad de crear un menú a 25 euros los miércoles y jueves, y nuestro `menú descubrimiento' está a 43 euros». Un muy bien surtido menú degustación, compuesto por cinco platos, cuesta ahora 85 euros. Una definición de su comida: «simple y elegante, hecha a partir de los productos del país».

También pasaron por las cocinas del Hotel du Palais la joven chef Andrée Rosier y su marido Stéphane, ambos naturales de Biarritz y propietarios de Les Rosier. El restaurante está enclavado en una preciosa casa roja y blanca de la localidad costera. Andrée, que fue la primera mujer nombrada Mejor Obrero de Francia, en 2007, también ha entrado este año en la lista Michelin. En declaraciones a «Le Journal du Pays Basque», la joven cocinera explicaba ayer que «somos una pequeña estructura con una media de 25 a 30 cubiertos y queremos seguir así, con los mismos objetivos, para satisfacer al cliente y hacer que vuelva y, sobre todo, no vamos a subir los precios porque hayamos obtenido una estrella». En días laborables, el menú cuesta 40 euros (cambia semanalmente) y un menú degustación está en 70 euros. Las propuestas, basadas en productos del país.

BIG GOURMAND

Aunque no tengan estrella, en este epígrafe se incluyen a los recomendados por su relación calidad-precio, con un premio máximo de 35/29 euros. En Ipar Euskal Herria, hay dos de Baiona (Bayonnais y François Miura) y uno de Biarritz (Le Clos Basque). Desaparece de la lista el Auberge Iparla, de Bidarrai.

Unos «estrellados», otros celebran el número cien

Los inspectores de la famosa «guía roja» son noventa en total. De sus criterios depende que algunos resulten «estrellados», como el Auberge de la Galupe de Ahurti, que desaparece de la guía este año, mientras que se mantienen otros que van desde la magnificencia de la cocina del Hotel du Palais de Biarritz (sorprendentemente sólo tiene una) hasta la sencillez y el buen gusto de la Ferme Hegia, de Hazparne. Respecto a Hego Euskal Herria, la calificación de la guía se conoce desde finales del pasado año. Tienen tres estrellas el Akelarre y Arzak, de Donostia, así como el restaurante de Martín Berasategui, de Lasarte. Andoni Aduriz y su Mugaritz, de Errenteria, tienen dos, mientras que el restaurante Boroa, de Zornotza, se estrenaba con una. Como complemento a la guía francesa (que se vende por 24 euros la edición normal y 34,5 la edición especial con un suplemento de los «tres estrellas»), Michelin presentó ayer una muestra en el Museo de Orsay, donde algunos de los más reputados cocineros de sus guías de todo el mundo y diferentes artistas hacen una retrospección sobre cien años de portadas.

A.E.

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