Tras ser detenido la madrugada del domingo en un bar de Villabona, el joven Manex Castro continuaba ayer incomunicado en manos de la Ertzaintza, que llevó a cabo su arresto en la víspera de la jornada electoral.

Según alertó el movimiento pro-amnistía a través de una nota, durante la jornada del domingo la Policía Autonómica no facilitó ninguna información a los familiares del joven ni le permitieron entrevistarse con su abogado, y fue finalmente ayer por la mañana cuando les hicieron saber que el arrestado se encontraba en situación de incomunicación.

En ese sentido, recordaron que en los últimos tres años la Policía de Javier Balza no había incomunicado a ningún ciudadano vasco, «un protocolo que el Gobierno de Lakua ha puesto siempre como ejemplo inequívoco del respeto de los derechos de los detenidos, y sin embargo ahora no ha tenido reparos en incomunicar a Manex Castro». Por ello, se preguntaron el porqué de este repentino cambio de proceder en la Ertzaintza.

Alertaron de que ese régimen permite la aplicación de la tortura a los detenidos «con total impunidad», algo que, a su juicio, deja en evidencia «el importante papel que juega el PNV en la estrategia represiva impulsada por el Estado español».

Nuevo registro en Hernani

Según ha podido saber GARA, la Ertzaintza trató de detener a otro joven en Hernani sobre las 20.00. A última hora proseguía el registro en su domicilio, en la calle Lizeaga.

El movimiento pro-amnistía informó de que se trata del hernaniarra Beñat Aginagalde, cuyo domicilio fue registrado durante varias horas por agentes de la Policía autonómica.