El museo del Louvre abre «Las Puertas del Cielo» del Egipto faraónico
El museo parisino del Louvre acoge una nueva exposición primaveral donde invita al visitante a quedar impregnado del espíritu egipcio caracterizado por un universo fascinante.
GARA | PARÍS
«Las Puertas del Cielo» del mítico Egipto, el recorrido de la vida a la muerte, de la noche al día, del Nilo al Universo, conforman la exposición primaveral que acoge el museo parisino del Louvre. «Les Portes du Ciel. Visions du monde dans l´Egypte ancienne» reúne más de 300 obras, en su mayor parte procedentes de los fondos del propio Louvre, que el público podrá descubrir hasta el próximo 29 de junio. El visitante no sólo contemplará los fondos propios del museo, sino también 70 obras maestras de otras grandes instituciones europeas, con el objetivo de ofrecer un recorrido equivalente al ciclo «asimilable a un segmento de eternidad», explicó el comisario de la exposición y conservador en el Departamento de Antigüedades Egipcias del Louvre, Marc Etienne.
Se trata de que el espectador pueda quedar impregnado del «espíritu egipcio» caracterizado por un universo mental fascinante y una increíble flexibilidad, nada cartesiana, comentó. Las «puertas del cielo» desginan en la lengua de los antiguos egipcios las del tabernáculo que alberga la estatua de una divinidad y simbolizan el paso de uno a otro mundo.
El objetivo de la exposición, según los responsables de la pinacoteca, es «invitar a mirar de otra manera la imagen egipcia que nos parece tan conocida». Los espacios creados para esta exposición están separados unos de otros por zonas de «transición», que recuerdan las «puertas» a través de las cuales se pasa de un mundo a otro y que incluyen una obra representativa del espacio al que sirven de introducción.
Iluminación
En las salas del Louvre se ha dado especial importancia a la iluminación con el fin de recordar el papel fundamental del sol y de sus rayos en la vida de los antiguos egipcios. Mientras que algunas estancias están «bañadas de luz», otras están sumidas en la penumbra, para reflejar sus características «físicas» o «simbólicas», según indicaron los responsables del museo, que ya en su colección permanente tiene una de las más importantes del mundo en arte egipcio.
Las «puertas del cielo» designan en la lengua de los antiguos egipcios las del tabernáculo que alberga la estatua de una divinidad y simbolizan el paso de uno a otro mundo.