En el ciclismo todo parece inventado y sometido a la lógica, pero a veces, la realidad nos muestra que no, que el ciclismo no es del todo lógico ni lineal. Si Alberto Contador venía demostrando una incontestable superioridad en las etapas anteriores, ayer, Luis León Sánchez, del Caisse d'Epargne, reventó no sólo la carrera, sino al maillot amarillo.

El ciclista natural de Mula hostigó a base de ataques en la parte final de la etapa entre Manosque y Fayence al madrileño de Astana hasta soltarlo de rueda en el último descenso y vaciarlo de tal manera que el que anteayer pareciera intratable, hoy, a la salida de la última etapa, se sitúe en cuarta plaza, a casi dos minutos del líder. La etapa definitiva, con inicio y final en Niza, consta de 119 kilómetros, pero tiene tres puertos de primera en medio. Suficiente para que Contador busque la voltereta.

«Contador es un gran campeón, pero de vez en cuando también tienen un mal día y eso hace que otros aprovechemos las oportunidades», declaraba el flamante líder de la ronda gala.

Por parte, la etapa de ayer partía con la noticia del abandono del Euskaltel-Euskadi Samuel Sánchez. El ovetense echaba pie a tierra tras resentirse de un golpe en la rodilla fruto de una caída dos días antes.

Tirreno-Adriático

Joaquím Purito Rodríguez, igual que en la edición de 2008, volvió a mostrar su fuerza en la empinada meta de Montelupone y se vistió el maillot de líder tras la cuarta etapa de la Tirreno-Adriático.

Pedrosa en Lizartza

El corredor del Lizarte Eric Pedrosa se impuso ayer en la prueba de Lizartza, perteneciente al Lehendakari Txapelketa. La segunda plaza fue para Mikel Landa (Naturgas) y la tercera para Garikoitz Bravo (Caja Rural).