La Real puede aspirar al ascenso tras imponerse con autoridad en el campo del líder Xerez gracias al gran acierto de Marcos y Abreu, que fabricaron y marcaron tres goles, cifra a la que no había llegado en toda la temporada un equipo blanquiazul que por vez primera encadena dos triunfos de forma consecutiva.

La Real queda a cuatro puntos del ascenso a espera de lo que el Hércules haga hoy en casa ante el Murcia. Hasta el Xerez, aunque nueve puntos parezcan muchos, es hoy un rival directo porque ayer rompió una racha de diez partidos sin perder y ahora lleva tres sin ganar desde que se le ha lesionado Viqueira. El conjunto andaluz acabó muy tocado el partido y sus dos próximos encuentros en casa son ante Zaragoza y Hércules. Como no saque buenos resultados en Chapín van a recordar fantasmas de esos años en los que se ha perdido el ascenso al final.

La Real le ha recortado cinco puntos en dos partidos y cuatro a un Zaragoza que sólo queda a tres. Todavía el ascenso está muy complicado porque los árbitros le han dejado sin margen de error para lo que queda. Pero lo importante era iniciar una racha de victorias, el equipo no tuvo nada que ver en la segunda parte con el de la primera y, si se gana un tercer partido consecutivo en Anoeta al Girona, se puede cargar de la confianza que le ha faltado hasta ahora.

Para ello será bueno que Juanma Lillo aprenda del partido de ayer. Por vez primera repitió once y cuando jugó de una manera lógica, con una defensa de cuatro, la Real lo hizo muy bien. Si el técnico da continuidad al once y a la forma de jugar que utilizó desde el minuto 25 será más fácil que siga la racha. Si siguen los experimentos y los constantes cambios será imposible.

Esa crítica a Lillo no debe estar reñida con el reconocimiento al técnico que ha mantenido fuerte anímicamente al equipo y que lo ha reforzado en ese abuso de amistad con Sebastián Abreu, que a este paso se va a convertir en el fichaje más rentable de los últimos años. La Real llegó dos veces en el primer tiempo cuando más desbordada estaba; él marcó dos goles y ya lleva seis en otros tantos partidos jugados de inicio. Genial.

Dos fases diferenciadas

El partido tuvo dos fases bien diferenciadas. En los primeros 26 minutos el Xerez se impuso con una autoridad insultante ante una Real que estaba totalmente superada por un sistema de tres defensas en el que sólo Lillo cree y que es muy fácil de atacar para los rivales. Contra un equipo como el Sevilla Atlético que sólo defiende no ofrece problemas porque permite tener más hombres adelantados cuando se tiene balón, pero si lo domina el rival es un coladero.

Y el Xerez acaparó la posesión de balón en la primera cuarta parte del partido. Esteban Vigo introdujo a un jugador de mucha movilidad como Brian Sarmiento en lugar de un delantero referencia como Calle para aprovechar los espacios que ese sistema genera. Además el lateral derecho Francis se sumó al ataque con asiduidad para crear situaciones de superioridad junto a Pedro Ríos, para aprovechar una banda que Marcos debía cubrir en solitario junto con un desbordado Mikel González.

En esa zona se produjo la falta que bien sacada por Momo permitió a Mario Bermejo adelantar a su equipo. La Real era superada en el juego, con una buena opción de Sarmiento que desbarató Bravo, y a balón parado, con un Xerez que remataba casi todas sus acciones de estrategia.

Era tal la superioridad local que Lillo tuvo que aparcar su defensa de tres y recurrió a la de cuatro que utilizan todos los demás equipos. Ese cambio se vio acompañado por el inicio de la conexión Marcos-Abreu en la primera ocasión en la que los realistas se acercaron al área de Chema y el partido se equilibró.

El Xerez insistía por la banda izquierda realista con un disparo de Sarmiento que no blocó Bravo y Luque no acertó a enviar a la red, pero cuando la Real se podía dar por feliz por marcharse con una igualada al descanso tras ser desbordada, Marcos volvió a encontrar a Abreu y marcó justo antes del descanso.

La sentencia llegó pronto

Ese gol, marcado en un momento psicológico clave, estuvo acompañado de otro firmado por Abreu, que en su cuarto remate -dos minutos antes había cabeceado una falta- logró su tercer gol y sentenció el partido.

A partir de ahí, el Xerez se vino abajo y en nada se pareció al equipo del primer tiempo y la Real pudo golear con claras ocasiones de Abreu, Marcos, Necati y Xabi Prieto. La Real manejó bien la ventaja en el marcador, movió el balón como no lo hizo en el primer tiempo y aprovechó los riesgos que asumía un Xerez que acabó con tres delanteros, pero que apenas puso en aprietos a Bravo en la segunda parte. Y eso fue, junto con el resultado, lo mejor. La Real acabó bien el partido y el Xerez, mal, y habrá que esperar que esa inercia siga en próximos partidos.

Porque una victoria así en el campo del líder era lo que se necesitaba para coger la buena ola. Ahora hay que aprovecharla al máximo para que la esperanza alimentada ayer pueda crecer.