Victoria Mendoza Psicoterapeuta
Tú preguntas, yo contesto...
La crisis y la falta de derechos nos afectan por igual, por tanto la lucha debe ser conjunta. Nosotros somos los afectados y otros son los dueños del mundo, es hora de reconducir y salvar no sólo la economía, sino la propia historia
Muchas veces preguntamos a los políticos qué va a hacer su partido en torno a la crisis o a cualquier otro problema importante para la sociedad. Creo que una vez más nos estamos equivocando, no en cuanto a la pregunta, sino a quién pregunta. No somos nosotros quienes debemos preguntar, sino ellos, los políticos quienes nos deben preguntar a nosotros, agentes sociales y ciudadanos, qué hacer con respecto a determinados problemas. Son los representantes políticos, quienes supuestamente nos representan, los que deben preguntar a la sociedad qué hacer en cuanto a la crisis, a la educación, a las políticas migratorias y a todo lo que nos afecta a los ciudadanos. Son los políticos quienes deben preguntarnos tantas cosas a través de un sistema inmediato de consulta popular, de participación ciudadana, preguntarnos qué hacer y cómo podemos resolver cada uno de estos problemas.
Los políticos cambian e inventan leyes a su conveniencia sin nunca consultarnos, llegan a acuerdos importantes con otros políticos y otros países sobre temas de suma importancia para la humanidad, como pueden ser la guerra, el hambre, la economía o la ecología, sin que los afectados tomemos parte del debate ni de las soluciones.
Es el momento oportuno para que los agentes sociales, los ciudadanos comencemos a levantar la voz de manera conjunta; importante y necesaria es la toma de conciencia de nuestra situación social y política para poder definir quiénes somos el pueblo trabajador explotado, engañado y maltratado y quiénes son los que nos han metido en este caos social, económico y político.
El paro, los despidos, la falta de trabajo, vivienda, recursos básicos para vivir provocarán un movimiento natural de masas reivindicando derechos, y se nos pueden ocurrir cosas creativas como, por ejemplo, la desobediencia civil ante muchas situaciones, expropiar los bienes de la Iglesia, quitarle poder, subvenciones y ayudas económicas a ella y a los grandes monopolios, convertir las fábricas en cooperativas, adueñarnos de los bancos para recuperar y administrar mejor nuestro dinero, quitar del poder a muchos políticos... en fin, se nos pueden ocurrir muchas ideas interesantes y prácticas que ayuden a resolver nuestra situación.
Mientras nos organizamos vamos uniendo fuerzas y luchas por causas comunes, y los políticos pueden comenzar por consultar, preguntar y tomarnos en cuenta para cualquier ley o acuerdo que quieran modificar, quitar o poner y, mejor aún, creo que es hora de crear nuestras propias leyes, las leyes del pueblo y para el pueblo. Y siguiendo esta lógica de unir fuerzas, conforme vamos tomando conciencia de nuestra situación, debemos tomar conciencia de que inmigrantes y vascos no debemos separarnos en la lucha y reivindicación por nuestros derechos sociales y políticos.
La crisis y la falta de derechos nos afectan por igual, por tanto la lucha debe ser conjunta. Nosotros somos los afectados y otros son los dueños del mundo, es hora de reconducir y salvar no sólo la economía, sino la propia historia.