GARA > Idatzia > Iritzia > Editoriala

Torquemada persigue a la Korrika

Ayer en Gasteiz la decimosexta edición de la Korrika concluyó en olor de multitudes. Al igual que en todo el recorrido, miles y miles de euskaltzales arroparon al testigo en sus últimos kilómetros, esperando conocer el mensaje escrito en esta ocasión por los payasos Pirritx eta Porrotx, auténticos héroes de miles de niñas y niños que crecen cantando y jugando en euskara. Habrá que esperar dos años para que la marcha por el euskara vuelva al camino. Tiempo en el que quienes trabajan y luchan por la euskaldunización y el euskara tendrán los mismos retos o mayores que hasta ahora.

Pero no todo ha sido fiesta, trabajo y reivindicación. Como ya es habitual, los herederos de Torquemada han puesto en su punto de mira a Korrika bajo la acusación de no silenciar a los sin voz, en concreto a los allegados de presos políticos que han denunciado durante el recorrido la situación de los prisioneros. El lobby represivo Dignidad y Justicia ha llegado a pedir la prohibición de la carrera por el euskara. UPN, PSN y NaBai exigieron, si bien con diferente tono, que AEK haga público de forma inequívoca su rechazo y condena de esos actos, amenazando con quitarle subvenciones que al menos en algún caso no son tal. A eso se sumó que algunos euskaltzales, con aire virginal, dieron veracidad a esas acusaciones. Parece ser que los problemas de los que tienen que hacerse cargo quienes trabajan por el euskara son el activismo de los familiares de los represaliados y las capacidades lingüísticas de Arantza Quiroga, no de la política lingüística de PP, UPN o PSOE o del nulo blindaje realizado en esta materia por el PNV en 30 años.

En tiempos de la Inquisición también hubo curas vascos que ejercieron de delatores. Como entonces, quienes ejercen de liebre de los tribunales del pensamiento españoles acusando a Korrika de no hacer suficiente para evitar que la gente convierta esta movilización popular en una fotografía de lo que pasa en este país, saben bien cuál es el precio que en el Estado español se paga por herejía. Que no digan ahora que el humo de la pira les molesta. Y que no digan luego que ellos encendieron la cerilla para encender un cigarrillo mientras leían un poema.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo