LEVANTE 2

EIBAR 0

El panorama empeora para el Eibar a cada jornada que pasa. Los azulgranas no supieron aprovechar los tropiezos de los rivales en jornadas precedentes para recortar distancias y tampoco reaccionaron ayer, cuando el resto de resultados les obligaba definitivamente a reencontrarse con el triunfo.

La visita al Levante se saldó con la segunda derrota consecutiva de un Eibar que ve cómo el Córdoba, que marca ahora mismo la frontera de la permanencia, amplía su ventaja hasta los ocho puntos, y que se resigna al milagro como prácticamente la única posibilidad de mantener la categoría. El objetivo sigue pasando por las siete victorias -quién sabe si incluso ocho-, pero las oportunidades se reducen ya a once. Es decir, los azulgranas deben ganar en las próximas once semanas tantos partidos como los que ha ganado en las 31 anteriores.

Un reto que, ahora mismo, parece imposible. Más aún teniendo en cuenta la dinámica en la que se ha metido el equipo en las últimas jornadas. Ni siquiera el relevo en el banquillo ha servido para mejorar la trayectoria de un equipo que sólo ha sido capaz de sumar un punto en las cinco últimas semanas.

Y seguirá por el mismo camino si no mejora lo que hizo ayer en el Ciudad de Valencia, al menos en la primera media hora, que tuvo al Levante como dueño y señor del juego. Y del marcador, porque a los cuatro minutos ya se adelantaban los locales, al aprovechar Iborra un buen centro de Miguel Pérez.

Hubo que esperar a la recta final del primer tiempo para que reaccionase el Eibar, que siguió intentándolo en el descanso. Sin demasiada fortuna, ni sobre el césped, ni el luminoso. El segundo tanto de la tarde, de hecho, llegó también por parte valenciana, cuando Jorge Pina remataba a placer un centro de Xisco Nadal, sentenciando el choque.