Ignacio Escolar 2009/4/17
Zapatero es a Bush como Aznar a Pinochet
Público.es
«Ojalá hubiéramos podido hacer lo mismo con Franco», se alegraba hace unos años Alfredo Pérez Rubalcaba, entonces portavoz del PSOE, ante la orden de busca y captura de la Audiencia Nacional contra el dictador Pinochet. (...) Hoy el mismo juez, el mismo tribunal, persigue a idénticos torturadores, y es el Gobierno de Zapatero quien pone la zancadilla a través de su fiscal; igual que lo hizo Aznar con el suyo, cuando el acusado era Pinochet. Entonces era Eduardo Fungairiño el que se oponía a que se procesase al dictador chileno. Ahora es Cándido Conde Pumpido quien ha dejado claro que no colaborará con Garzón en la investigación de las torturas de Guantánamo (...).
Hace pocos meses, la ministra de Exteriores de Israel, Tzipi Livni, desveló a la prensa una promesa de Moratinos: España cambiará su legislación para que la Audiencia Nacional deje de molestar ahí fuera. Sin ley o con ella, la nueva doctrina es evidente.
La lección para el mundo cada vez es más clara. Si eres el líder de un país pobre, irrelevante, africano a ser posible, pisotear los derechos humanos puede llevarte ante la justicia internacional. Pero si los mismos o peores crímenes los cometen los mandatarios de esos ricos países que se sientan en la mesa del G8, su inmunidad está garantizada. «Hay que mirar hacia adelante y no hacia atrás», dice Obama sobre Guantánamo con un argumento que para sí hubiese querido la defensa de Milosevic. George W. Bush puede dormir tranquilo. La justicia universal es sólo para los pobres.