«Bienvenidos al Norte» redescubre un dialecto en peligro, el chtimi
La película «Bienvenue chez les chtis» ha hecho reír a muchos europeos. Sin embargo, la situación de la lengua de los chtis, habitantes de la región francesa de Picardía, es mucho menos regocijante. Su dialecto, el chtimi, se ha convertido en un mero elemento folclórico y eso no les gusta.
Isabelle DURIEZ | Unesco
El chtimi es primo hermano del picardo», dice el actor y director de cine francés Dany Boon, al referirse a su película «Bienvenue chez les chtis» («Bienvenidos al norte»), que ha cosechado un reciente gran éxito de taquillero en el Estado francés, donde ha sido vista por más de 20 millones de espectadores. Un amplio público ha podido descubrir con este film una lengua catalogada por la Unesco entre las que se hallan en serio peligro de desaparición.
El chtimi -o chti- es uno de los numerosos dialectos locales del picardo. «El picardo, extendido por cinco departamentos del norte de Francia y una parte de Bélgica, es la lengua regional con el ámbito lingüístico más vasto de todas las habladas en Francia. Por eso, experimenta variaciones considerables de una zona a otra», señala Fernand Carton, lingüista especializado en los dialectos picardos y autor de un «Atlas lingüístico y etnográfico picardo».
En función de la zona en que uno se halle, oirá hablar a sus habitantes en chtimi o en picardo, pero Carton precisa que «se trata de una misma lengua, con idénticas características fonéticas, una misma gramática y vocabulario común». Todo ello en una gran región de unos seis millones de habitantes que abarca toda o parte de la Picardía, de la región de Nord-Pas-de-Calais y del Haimut belga.
Esta lengua es, en definitiva, mucho más original de lo que se muestra en la película, donde ha quedado reducida a una pronunciación sibilante muy acusada, así como a unas cuantas expresiones sistemáticamente acompañadas de la interjección «eh». Por descender del latín, el picardo se asemeja al francés, pero es incomprensible para quien no lo conoce. «Para hablar el chtimi no basta con salpicar el francés con unos pocos vocablos dialectales, como cuando se sazonan con sal las patatas fritas», aclara Carton.
El impulso de «astérix»
Sin embargo, la película sí proporciona una imagen característica del estado del chtimi hoy en día. «La gente joven utiliza algunas expresiones oídas a sus padres y abuelos, pero no trata de hablar la lengua de éstos», indica Alain Dawson, doctor en lingüística. Dawson ha podido observar personalmente este fenómeno. En efecto, es uno de los traductores al picardo de la serie de cómics «Astérix», de cuyo primer tomo se han comercializado 101.000 ejemplares, batiéndose así todos los récordes de ventas de las ediciones en «lenguas regionales», según informa su editor Albert René.
Fue en 2004 cuando la famosísima lupa de los álbumes del igualmente famoso galo descubre por primera vez un mapa al Norte de la Galia. ``Astérix i rinte à l´école'', la primera traducción en picardo de un libro de Astérix, imprescindible para los amantes de este idioma. Después de todo, es la lengua de una parte importante de la antigua Galia belga, a cuyos habitantes tanto temía César...
Dado el éxito obtenido, en 2007 se lanzó un nuevo cómic, ``Ch´Village copè in II'', añadiendo como aporte que los personajes, dependiendo de la zona, hablan distintas variables del picardo. Y es que esta lengua varía de un pueblo a otro y no existe un picardo estándar. Este último libro aglutinó al picardo por excelencia.
La misma suerte han corrido dos obras publicadas por Dawson en la editorial Assimil: «El chtimi de bolsillo» y «El picardo de bolsillo». A pesar de su éxito comercial, estos manuales no han impulsado la práctica la lengua. «La gente se sitúa en una perspectiva de salvaguarda de un patrimonio cultural, y no en la del uso de una lengua viva».
lengua asociada a baja extracción
Es difícil cifrar con exactitud cuántas personas hablan picardo en nuestros días. Los únicos datos disponibles emanan del censo de población efectuado en 1999. Según Jean-Michel Eloy, profesor de lingüística en la Universidad Julio Verne de Picardía, en los cinco departamentos franceses donde está extendido el picardo, un 12% de sus habitantes declara que lo sigue hablando. Esto supone unas 500.000 personas aproximadamente. Efectuando una extrapolación de esta cifra al conjunto del área lingüística, el resultado sería unos dos millones de hablantes en total.
Según el etnolingüista Tapani Salminen, coordinador regional del «Atlas Unesco de las Lenguas en Peligro en el Mundo» y miembro de la Academia de Finlandia, «en Francia, el problema estriba en que las generaciones más jóvenes ya no usan casi nada, en la vida diaria, idiomas que hasta hace poco contaban con un gran número de hablantes, como el bretón por ejemplo».
Salminen agrega que «la suerte del picardo no es mucho más halagüeña que la del bretón, a pesar de que conserva una serie de reductos a lo largo de la frontera franco-belga, donde goza de una vitalidad manifiesta por ser la lengua comunitaria».
«Nuestra lengua adolece de falta de legitimidad», deplora Olivier Engelaere, director del Organismo para el Fomento del Picardo, con sede en Amiens, capital de la región de Picardía. Esto no sólo obedece a la estigmatización social de que es objeto, sino también a causa de su parecido con el francés. «Muchos creen que hablar picardo es sinónimo de hablar mal el francés. Cuando uno se expresa en picardo, o lo miran con consternación o no lo toman en serio».
En Picardía, se reconoce que la lengua vernácula es un elemento integrante de la identidad regional. «En las escuelas la introducimos por intermedio de representaciones teatrales, espectáculos de marionetas y narraciones de cuentos», señala Olivier Engelaere. «Hay una gran demanda para redescubrir este importante elemento del patrimo- nio cultural».
El público abarrota las salas donde se dan espectáculos, obras teatrales y sesiones de lectura en picardo. A raíz del éxito de la película de Dany Boon, las camisetas con inscripciones en chtimi se han puesto de moda y en el sitio web youtube.com se puede encontrar un poema en picardo de Lucien Suel.
Sin embargo, Olivier Engelaere advierte de que «si no se enseña y no llega a tener una presencia pública, el picardo se quedará en mero folclore y no llegará a ser una lengua viva». Seguramente es el sino al que aboca el Estado francés a muchas lenguas hablabas dentro de su territorio. Nada menos que 26 están en peligro bajo su gestión, como el chtmi o el propio euskara.