Obama escenifica la nueva relación de Washington con América Latina
La V Cumbre de las Américas que se celebra en Puerto España (Trinidad y Tobago) sirvió para mostrar el nuevo modelo de relaciones que Barack Obama quiere mantener con sus vecinos latinoamericanos, dejando atrás la imposición que caracterizó la gestión de George Bush. La normalización de las relaciones con Cuba sigue siendo la prueba del nueve para medir la intensidad del cambio de política de Washington.GARA | PUERTO ESPAÑA
El presidente de EEUU, Barack Obama, reiteró ayer su voluntad de una nueva colaboración con América Latina en una reunión en la que los gobernantes sudamericanos se lamentaron de políticas pasadas y que transcurrió «sin tensiones».
El encuentro, que se prolongó durante una hora y cuarto antes de las sesiones plenarias de la V Cumbre de las Américas en Trinidad, permitió un «intercambio franco de opiniones en un clima educado y sin tensiones», según dijo un alto funcionario estadounidense.
«Tengo mucho que aprender y muchas ganas de escuchar», afirmó Obama.
Una de las grandes incógnitas de la reunión era cómo iba a desarrollarse el tono con Chávez, en el pasado el gran antagonista en la región de la política exterior de EEUU y que llegó a calificar al presidente anterior, George Bush, como «el diablo».
El tono fue aparentemente cordial. Obama y Chávez intercambiaron palmadas en la espalda y un apretón de manos cuando, después de una intervención del presidente estadounidense, el venezolano se levantó del extremo de la mesa donde se encontraba sentado y le regaló un libro, «Las venas abiertas de América Latina», del uruguayo Eduardo Galeano.
Según explicó posteriormente Chávez, el libro, una crítica contra la injerencia europea y de EEUU en la región, tenía inscrita la dedicatoria «Para Obama, con afecto». El presidente venezolano declaró que su colega es «un hombre inteligente» y quiere convertirse en su «amigo».
Con respecto a un posible acercamiento entre Venezuela y EEUU -enfrentados en los últimos años-, Chávez dijo que «no tengo la menor duda» de que existirá ese acercamiento, y añadió que «creo que hemos comenzado con buenos pasos».
Pese a ello, indicó que no firmaría la declaración final de la cumbre al estar en desacuerdo con la ausencia de Cuba.
Por su parte, preguntado por un periodista sobre la posibilidad de una reunión bilateral con Chávez, Obama respondió que «estamos logrando progresos en la Cumbre de las Américas».
Ambos ya se habían saludado con otro apretón de manos antes de la ceremonia inaugural de la cumbre, el viernes.
La intervención de Chávez en la reunión de Obama con la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), de un par de minutos, mantuvo un tono «educado», según un alto funcionario estadounidense.
No obstante, como hicieron otros líderes latinoamericanos, criticó la política exterior previa de EEUU antes de expresar su esperanza de un cambio tras la llegada al poder de Obama.
El presidente estadounidense indicó que la cumbre no debía centrarse en debatir la historia pasada, sino en «avanzar hacia el futuro» y reiteró su voluntad de mantener una nueva colaboración en términos de igualdad con la región.
Obama indicó que otros países también deben reconocer el pasado y evitar «la tentación fácil» de culpar a EEUU de todos los males, explicó el alto funcionario.
Varios líderes latinoamericanos instaron a Obama a normalizar sus relaciones con Cuba, después de que el lunes levantara las restricciones a los viajes y envíos de dinero.
La cooperación energética se ha convertido en el nuevo reto económico para EEUU en América Latina, una vez que las ambiciones de una integración comercial en el marco del ALCA han quedado olvidadas.
La colaboración en ese campo centró ayer la segunda sesión plenaria de la V Cumbre de las Américas en Puerto España.
Para Barack Obama, el desarrollo de los proyectos de energías renovables se ha colocado entre sus prioridades en el nuevo plan económico de inversiones y quiere trasladar a Brasil, México y Colombia, entre otros, el mismo objetivo.
Obama subrayó en Puerto España la importancia de la colaboración en el área de energía, al mismo tiempo que insistió en renovar sus esfuerzos en el combate contra la pobreza.
El presidente estadounidense citó precisamente la transcendencia de la colaboración en materia energética al referir también la necesidad de cooperar para afrontar el cambio climático y la crisis económica mundial.
El canciller brasileño, Celso Amorim, dio la bienvenida a la disposición de Obama de estrechar la cooperación energética teniendo en cuenta los intereses de cada país.
«En la práctica se pueden evitar malentendidos, se pueden evitar programas que no tendrán futuro y que no pueden servir para todos los países. En materia energética podemos tener un programa para la región, pero en la práctica los programas van a ser bilaterales o trilaterales», señaló Amorim.
Brasil propuso intensificar con países específicos, como Haití, los programas de desarrollo de los biocombustibles.
La búsqueda de modelos de energías renovables aparecerá en la declaración de la cumbre, que concluirá hoy.