Los israelíes conmemoraron el aniversario de la Shoah [Holocausto judío cometido por los nazis] permaneciendo inmóviles y en silencio durante dos minutos mientras sonaban las sirenas. Los automovilistas, como es habitual, salieron de sus coches para sumarse al ritual en medio de la carretera.

La ceremonia principal de la jornada se celebró en el memorial Yad Vashem, en Jerusalén. En la Knesset [Parlamento] y en las escuelas se leyó el nombre de todas las víctimas judías.

Esta conmemoración estuvo marcada por las palabras del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, en la conferencia de la ONU contra el racismo de Ginebra, donde denunció el carácter racista y excluyente de Israel.

El presidente de la Knesset, Reuven Rivlin, destacó que «en Ginebra, el mundo entero asistió al retorno de Adolf Hitler».

En declaraciones realizadas desde la campo nazi de Auschwitz-Birkenau (Polonia), el viceprimer ministro israelí, Silvan Shalom, también comparó al Irán actual con la Alemania de Hitler.

«Lo que Irán intenta hacer ahora no está muy lejos de lo que Hitler hizo al pueblo judío hace 65 años», declaró ante la anual Marcha de los Vivos, que rinde homenaje a las víctimas judías de la Shoah.

«Irán no abandonará nunca su ambición de revivir el Imperio persa. Quieren controlar todo el mundo musulmán, controlar el petróleo y dominar la región para crear una nueva superpotencia», añadió.