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Equilibrio entre guitarras y melodías con Sweet Oblivion

Desde el fértil universo creativo de Getxo, llega el segundo álbum de Sweet Oblivion, formación que hereda las raíces de Cujo, experiencia de largo recorrido que aporta al nuevo tiempo las preciosistas y detalladas guitarras de Alfonso Arana, complementado ahora por la notable voz de Ce, y el peso de un repertorio donde sobresale la composición.

Pablo CABEZA | BILBO

Buena temporada de artistas vascos con nuevos discos cargados de intención y profundidad. Hoy los héroes responden al nombre de Sweet Oblivion, quinteto de Getxo (tras la inclusión de una teclista) que prolonga su proyecto con la edición de «Black sheep serenade», publicado por Lucinda Records a dos años de su debut, «Wasted lovesongs». Canciones que pueden competir internacionalmente gracias a las creativas composiciones y la versatilidad guitarrera de Alfonso Arana, la sutil y estilizada voz de Ce, la eficaz base rítmica y la sugerente mezcla de sonidos con raíz en el rock alternativo más denso de EEUU y el sonido americana de última generación. En realidad, guitarras limpias, saturadas y distorsionadas en contrate con las voces enfrentadas de Alfonso y Ce.

«Black sheep serenade» es un álbum de rock calmado, toma referentes del folk-rock y Ce remite a solistas vaqueras, aunque su mundo de formación sea, curiosamente, el soul y el pop. En realidad, Alfonso -músico experimentado- siempre ha admirado a bandas como Screaming Trees y al propio Mark Lanegan, tan intenso como delicado. Equilibrios y cultura de fondo que conducen a un disco de rock americano con emocionantes canciones, imaginativas guitarras dobladas, y mucho gusto en todas sus fases.

«No sé si amable es la palabra adecuada pero, musicalmente, si es la menos agresiva. A mí me sigue gustando el rock intenso y eléctrico tanto como antes, la diferencia es que ahora me gustan también otros estilos a los que no prestaba tanta atención cuando empecé a tocar. Con la edad eliminas prejuicios y te centras en buscar diferentes caminos para poder llegar al oyente. Lo importante es hacerlo con pasión y siendo fiel a uno mismo», apunta Alfonso.

Desde la melancolía

«Black sheep serenade» es el álbum de un sobrio autor, Alfonso Arana. Doce oportunidades donde el tono azul de la melancolía se une al entusiasmo del rock y los refuerzos melódicos vocales. «Only dust», «Black sheep serenade», «Moonlight», «One of a kind», «Dyslexic heart», «For years to come» o «Dead times» son las partes más sólidas del proyecto.

En cuanto a las voces, punto esencial en esta historia, el referente de posiciones, sin que por ello quede reflejado en el disco, Alfonso lo sitúa entre las experiencias de Isobel Campbell y Mark Lanegan, PJ Harvey y Nick Cave, Nancy Sinatra y Lee Hazlewood... En cuanto a referencias de grupo, cabe apuntar Big Star, Pink Martini, Fleetwood Mac, Hoodoo Gurus, Richard Hawley, Tom Waits, Fiona Apple, Neko Case..., cada nombre aportando un matiz que el grupo convierte en generosa canción.

Sweet Oblivion se forma a primeros de 2006. Nace paralelo a Cujo, pero de inmediato se convierte en el único proyecto de Alfonso. Ce (Mercedes Echevarri) entra en el grupo en abril gracias al hermano de Alfonso, Asis, que les presenta. El flechazo es musical y emocional, pues Alfonso y Ce se casaron este domingo pasado. Ce pasó por Mess y Soulfingers. Txema Solano, bajista, toca también en Rockadelica, estuvo en Ayre y Bullison Blues Band, y Bruno Zumarraga, el nuevo batería, toca en Brama y parcheó en Standard.

Alfonso Arana fue componente de Cancer Moon del 91 al el 95, «el grupo que más me ha marcado y del que más he aprendido», señala, por lo que estuvo ayer en Kafe Antzokia de Bilbo, dentro del concierto homenaje a Josetxo Anitua.

PRODUCCIÓN

«Black sheep serenade» está producido por JM Rosillo, quien ha trabajado con Tulsa y Marlango, dos proyectos con voz femenina. Rosillo ofrece el máster a Subterfuge, que lo pasa a Lucinda Records por problemas de fechas.

Concierto junto a Clem Snide

Hace unos días Sweet Oblivion presentaron en Fnac de Bilbo «Sweet sheep serenade» en formato acústico y presentando a María Isusi, profesora de piano y con escuela clásica. Hoy, el quinteto tomará el reverso de aquella tarde y elaborará su concierto en eléctrico, espacio donde las canciones tomarán la envergadura e intensidad para la que fueron creadas.

Sweet Oblivion es la banda invitada del concierto organizado alrededor de Clem Snide, también un grupo de atmósferas y clímax. Alguien definió a los Snide como pop de anteayer, jazz de medianoche, country de madrugada y folk de media tarde: y estuvo muy acertado, brillante. En esta gira presentan «Hungry bird», posiblemente su disco más nocturno, delicado y sensual. El álbum que vuelve a situar a Eef Barzelay entre los grandes damnificados del rock, pues mucho nos tememos que el gran público no está para sensibilidades ni garabatos con esta altura literaria, tal y como le ocurre a bandas del corte de Smog o Lambchop, formaciones conectadas con el objetivo final de Eef Barzelay. También se encontrarán en sintonía los cientos de seguidores de unos American Music Club, cuestión de sensibilidades.

Clem Snide se forma entre Nueva York y Nashville en 1990 bajo la tutela de Eef y músicos variables. Eef es el letrista, compositor, voz y guitarra de Clem Snide, donde destaca por la capacidad para crear canciones complejas que suenan sencillas, como «Beard of bees», uno de los títulos más sorprendentes y delicados de «Hungry bird».

P. C.

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