Irala dejará en julio la presidencia de BBK «por motivos de salud»
Xabier Irala, presidente de BBK, anunció ayer que deja la caja por motivos de salud, aconsejado por los médicos debido a «un accidente vascular» que sufrió en marzo de 2007. A nadie se le escapa, sin embargo, que no ha podido culminar la fusión con otras cajas vascas, que es el objetivo con el que aterrizó de Iberia en BBK, tras la marcha de José Ignacio Berroeta. «Si los políticos hubieran cambiado la Ley de Cajas, el proceso de fusión estaba culminado», dijo en su marcha.
Juanjo BASTERRA |
Xabier Irala anunció ayer que abandonará la presidencia de BBK el próximo 31 de julio «por motivos de salud». La comparecencia se realizó de manera urgente. De forma previa al contacto con los medios de comuni- cación, reunió a los órganos de gobierno de la caja para informar sobre su decisión.
Atribuyó su marcha a los consejos de los médicos, debido a «un accidente vascular» que sufrió en marzo de 2007, y matizó que, de todas maneras, esa decisión no se había precipitado ante el fracaso de la fusión con Kutxa en noviembre de 2008.
Sin embargo, el acuerdo de fusión de BBK con la caja guipuzcoana situaba a Xabier Irala en la presidencia de lo que hubiera sido «Kutxa» durante dos años más. Irala aterrizó desde Iberia en 2003 y sustituyó a José Ignacio Berroeta. El objetivo que traía debajo del brazo era acometer la fusión de las cajas vascas, pero no lo ha conseguido. Ayer dijo que no considera que haya fracasado en ese propósito. «Nunca hablo de fracaso en la fusión. La fusión está hecha desde un punto de vista técnico, en los últimos tres años se ha hecho un trabajo excelente que ahí queda y los presidentes están de acuerdo». Otro detalle, en este sentido, es que el presidente de BBK se refirió en todo momento a la fusión a tres. Con Kutxa, la decisión la tomó direc- tamente el PNV, aunque él la aceptó. Ayer, de todas maneras, Xabier Irala explicó que «si se hubiera cambiado la Ley de Cajas el proceso de fusión estaba cerrado». Sin duda, este posicionamiento significó una llamada de atención al PNV. No fue el primero, porque en plena vigencia de la operación a tres dijo que sólo hacía falta presentar la ley, que le correspondía a los políticos.
Que se sepa, Irala ha tenido diferencias con el núcleo duro del PNV de Bizkaia, que no aceptó el nombramiento en 2008 de Ignacio Sánchez-Asiain como director general de la entidad en Bizkaia. Tampoco hubo relaciones fluidas con la Diputación vizcaina en cuanto a financiar un proyecto estrella de viviendas sociales, lo que elevó la tensión. Aunque después se recondujo la situación.
En cuanto a la designación de su sustituto, Irala aseguró que BBK mantendrá el criterio de que el perfil «fundamental» sea la capacidad de realizar una «gestión profesional». No descarta a nadie que cumpla el perfil, incluso de algunos cargos del PNV que deberán abandonar el Gobierno de Gasteiz. No se descarta que se ofrezca ese cargo a Juan José Ibarretxe. De hecho, el todavía presidente de BBK participó en la campaña de las elecciones de forma activa en apoyo al lehendakari en funciones del Gobierno de Lakua. Tampoco explicó si el nombramiento, en febrero de 2008, de Ignacio Sánchez-Asiaín como director general de la entidad, con funciones en la práctica propias de un consejero delegado, era un paso en la preparación del relevo en la presidencia. «La sustitución es un proceso que se abre en estos momentos, yo propondré el mejor nombre al consejo de administración y la asamblea, previsiblemente en julio, decidirá», precisó.
En cuanto a su futuro reconoció que participará «en algún que otro consejo de administración», pero dijo que dedicará su actividad a temas relacionados con la obra social, con la que dijo estar más comprometido.
El presidente de la caja vizcaina llegó en 2003 procedente de Iberia, en sustitución de José Ignacio Berroeta, con la misión de llevar adelante la fusión de BBK, Vital y Kutxa, pero, de momento, no lo ha logrado.
Explicó que «la fusión de las tres cajas está hecha a nivel técnico», aunque reconoció que «si se hubiera cambiado la Ley de Cajas el proceso estaba cerrado», aunque ese paso correspondía dar al Gobierno de Gasteiz.