Ha podido quedarse sin el lujo de disputar su quinta Final Four, pero fiel a su filosofía de vaciarse cada día para ir creciendo, el Baskonia demostró no sólo que es capaz de ganar a un Barcelona que parecía inalcanzable, sino que es el equipo más regular y el más capacitado para exprimirse, como ayer hicieron Prigioni y Splitter. Además del aspecto anímico, el triunfo ante el equipo culé tuvo un doble premio, el de asegurarse el factor cancha en el play off de la ACB y el de haberse convertido en el primer equipo que ha terminado la liga regular sin perder un solo partido en casa.

Sin las ataduras, la presión y las defensas de las magnas citas, el Baskonia, con un cinco inicial en el que Vidal y Teletovic eran las novedades respecto al play off europeo, salió decidido a poner ese ritmo rápido que acostumbra en su vida cotidiana y lo consiguió ante un Barcelona que no puso la misma intensidad que sí puso en Euroliga.

Dominando el rebote, los de Ivanovic consiguieron correr y manejaron ventajas cómodas casi desde el salto inicial, aprovechando la fluidez que, ayer sí pudo imponer a su ataque. Aunque hubo una fase en la que desde el exterior los culés castigaron cada error ofensivo local, Navarro -que sí protestó como en Europa- tuvo un día aciago y el equipo culé jugó muy similar a lo que hizo su termómetro.

A pesar de que el Barcelona trató de frenar el ritmo tras un primer cuarto sin ningún tiro libre (25-21), en ningún momento consiguió conectar su juego interior y su ataque se atascó -tardó cuatro minutos en anotar su primera canasta-, mientras que en el equipo gasteiztarra sus puntos estuvieron muy repartidos entre todos sus integrantes -Teletovic entonó su muñeca y el equipo alcanzó las diez asistencias-. La diferencia alcanzó los diez puntos bastante rápido, para ser hasta de quince al descanso (45-30), con el Baskonia moviéndose en sus guarismos anotadores habituales, a pesar de dejarse diez rebotes defensivos en el camino.

Bajón tras el descanso

Prigioni, puede ser por la falta de recambio con un Ilievski bajo mínimos, perdió el mando del partido en la segunda mitad y el equipo gasteiztarra perdió el gran rigor que había mostrado durante la primera mitad. El ataque se individualizó en exceso y se limitó a lanzar triples que no entraron en cuanto el Barcelona se puso en zona. Por contra, el hasta entonces desaparecido Navarro se echó el equipo a la espalda y, desde su calidad y la irrupción de un Ilyasova imparable en los minutos en los que Teletovic se retiró lesionado, el Barcelona volvió a meterse en el partido. El rebote ofensivo, con muchos más centímetros en cancha, permitió a los catalanes meterse en el último cuarto con una desventaja de tres puntos 57-54.

Aunque el Barcelona llegó a ponerse a un solo punto, el Baskonia recuperó sus argumentos y volvió a dar un pequeño estirón gracias al acierto de Vidal y de Teletovic, además de los minutos que la prudencia hizo que Navarro se sentara tras sentir molestias en su muslo. Ilyasova también tuvo una ración de banco que no tendría en otro tipo de partidos.

Con el marcador a favor, el Baskonia supo manejar la renta y las cuatro faltas de Prigioni y Splitter para conseguir un triunfo que sirvió también para congraciarse con su afición, a la que ganar al Barcelona ya no le parce imposible. Eso sí, nadie olvida que el Baskonia nunca ha ganado la liga cuando ha sido primero en la fase regular.