«El olvido» es una producción conocida por el público donostiarra ya que fue la encargada de abrir la sección de Horizontes Latinos en la pasada edición de Zinemaldia. Sin embargo, las crudas imágenes de este documental dirigido por Heddy Honigmann no dejan de sorprender. Esta directora presenta ante el público el «cóctel nacional de Perú», cuyo ingrediente principal la conforman las denuncias políticas, económicas y sociales que se extraen de su capital, Lima, una «ciudad olvidada», según la cineasta.

Directamente desde la calle

Decenas de personajes de la calle aportan su granito de arena en esa variada mezcla que acaba descubriendo cuál es la verdadera realidad que viven a diario millones de personas en el centro neurálgico de Perú. Niñas haciendo acrobacias ante una fila de coches que espera a que el semáforo se ponga en verde, un niño de catorce años limpiando zapatos, la fotografía de un paisaje chabolista, o malabaristas que intentan buscarse la vida en la calle son la imagen transparente de la supervivencia en un país dolido por la nefasta labor de sus anteriores gobernadores políticos. Las tomas de posesión de Fernando Belaúnde, Alan García y las sucesivas de Roberto Fujimori se van intercalando en esta cinta, en la que el testimonio más desolador sale de la boca de un limpiabotas de catorce años que asegura no tener sueños, ni siquiera buenos y malos recuerdos. «Los peruanos son muy pícaros en darle la vuelta a la moneda, pero este niño tenía que estar en la película porque este Perú existe», aseguró la directora.

A pesar de que la vida no les haya dado a elegir el camino más fácil, estos protagonistas buscan la cara más amable de la realidad e intentan afrontar el futuro con cierta esperanza. Honigmann, autora de títulos como «Forever», «Food forl Love», «Dame la mano», «Private» o «Crazy», entre muchos otros, consideró que esta última película es «una historia sobre pequeños maravillosos poetas y de grandes criminales» en un mismo entorno.