SOS Racismo acusó ayer al Ayuntamiento de Trapagaran de fomentar «el racismo social» al apoyar a los vecinos de La Arboleda que se niegan al realojo de una familia gitana en unas viviendas de protección oficial.

SOS Racismo confesó que asisten con «gran preocupación a la sinrazón que se está produciendo en La Arboleda», apoyando iniciativas de rechazo desde grupos de vecinos y negando el derecho y la obligación de empadronarse en el municipio.

El organismo recordó al Consistorio, gobernado por el PSE, que «tiene el deber de servir a sus residentes garantizando la igualdad de trato». Es más, denunció que la institución local está realizando «una selección completamante injusta» del vecindario, valiéndose «de su posición y poder». Remarcó que quienes han «azuzado la llama del miedo y el odio», tienen una gran responsabilidad.