Las dimisiones de carretero y renyer complican el futuro a ERC
Semana de dimisiones en ERC. Con sólo tres días de diferencia, los líderes de dos corrientes internas del partido, Joan Carretero y Jaume Renyer, han anunciado que abandonan el partido. El primero de ellos, además, ha hecho público su propósito de crear una nueva formación independentista para concurrir a las próximas elecciones autonómicas.
Laia ALTARRIBA i PIGUILLEN
Al culminar el congreso de ERC ahora hace un año, en junio de 2008, Joan Puigcercós lograba el aval de la militancia para encabezar el partido, pero no conseguía cerrar el debate que habían abierto los sectores críticos con la política de ERC en el seno del tripartito catalán. Si Puigcercós recibió el 37% de votos de la militancia para que asumiera la presidencia de ERC, Joan Carretero, líder de la corriente Reagrupament.cat, no logró un mal resultado al quedar en segundo lugar con el 27,6% de los votos. Ya entonces anunció que no tiraba la toalla y consideraba que su corriente era una alternativa consolidada dentro de la formación.
A lo largo este año, Carretero no ha presentado batalla interna. Pero a mediados de abril Josep-Lluís Carod Rovira anunciaba su renuncia a encabezar el partido de cara a las elecciones autonómicas previstas para 2010 y daba su apoyo a Puigcercós, cerrando la brecha que quedó abierta entre ellos en el congreso de ERC.
Viendo cómo se consolidaba la unidad entre quienes defienden la permanencia en el Govern, Carretero decidió retomar su crítica a la estrategia de la dirección del partido, esta vez con un artículo en el diario «Avui», donde proponía para las comicios a la Cámara catalana «una candidatura de amplio espectro que tenga como eje programático central la proclamación unilateral de la independencia de Catalunya por una decisión mayoritaria del Parlament, que posteriormente sería sometida en el correspondiente referéndum de ratificación». En el mismo artículo, Carretero reconocía que su propuesta colisionaba frontalmente con la estrategia actual de ERC.
Los días siguientes se produjo el inevitable revuelo mediático e interno en ERC, que culminó esta semana con la decisión de la dirección de suspender de militancia a Carretero, y el anuncio realizado el martes por éste de abandonar el partido para crear, de cara a las autonómicas, una nueva formación que agrupe a los independentistas «sean de centro-derecha, de centro-izquierda o de centro».
Pero Joan Carretero no ha sido el único que se ha cansado de la estrategia de los republicanos en el tripartito catalán. Hace una semana, ante la reacción de la dirección a la propuesta de Carretero, Jaume Renyer publicaba otro artículo en el que anunciaba igualmente su abandono de ERC. Renyer también se postuló al cargo de presidente en el congreso de hace un año, pero con menor fortuna que Carretero, ya que sólo logró el 8,1% de los votos . Para Renyer, «el pacto entre Carod y Puigcercós supone insistir en la línea mayoritaria que los dos representan, orientada a reeditar el tripartito por tercera vez (...), y esperar, resguardados en el Gobierno, que llegue 2014», en alusión a la propuesta de Carod de hacer un referéndum de autodeterminación dentro de cinco años.
Al día siguiente de conocerse la decisión de Carretero de abandonar ERC, la fundación CatDem, vinculada a CDC, hacía público el programa de unas jornadas donde va a participar el líder de Reagrupament.cat. En la presentación del programa de las jornadas también estaba Artur Mas, presidente de CiU, quien declaró ante la prensa que dejaba las puertas totalmente abiertas a los críticos de ERC que quieran colaborar con CatDem en la renovación del catalanismo.
Las CUP debaten sobre las autonómicas
De presentarse a las próximas elecciones autonómicas, Joan Carretero podría coincidir con las Candidatures d'Unitat Popular. Precisamente, esta misma semana se ha filtrado a la prensa que para la asamblea del mes de junio de la marca electoral de la izquierda independentista un sector de las CUP propone que se decida su concurrencia a los comicios autonómicos. Argumenta que el hecho de no presentarse «puede crear una desorientación y una frustración de gente afín que no entendería que las CUP no se presentaran en un momento de crisis como el actual».
Pero a pesar de esta reflexión, van a encontrarse con la oposición de un sector importante de la militancia, que en la asamblea extraordinaria del pasado mes de enero apoyó con un 41% de los votos la ponencia que consideraba que no es el momento de concurrir a las elecciones al Parlament, pues la prioridad es reforzar la apuesta municipalista con la vista puesta en los comicios locales dentro de dos años y así cohesionar mejor la izquierda independentista.
Se avecinan meses revueltos en el catalanismo. ERC marcará su perfil más soberanista, CiU tratará de atraer los descontentos con el pacto de ERC con el PSC, Carretero trabajará para lanzar Reagrupament.cat como partido, Renyer buscará su sitio en medio de este mar de siglas y las CUP debatirán su futuro.
Mientras tanto, Madrid debera culminar los larguísimos procesos de reforma estatutaria y de negociación de una nueva financiación, que han dejado al electorado agotado y que todo indica que no van a satisfacer a ninguno de los sectores catalanistas.
Un futuro complejo para el partido mayoritario del independentismo catalán, con unos dirigentes que quieren mantener el tripartito, pero qa los que parte de su electorado les pide que repilanteen su estrategia.