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Batacazo en El Sadar

Sin oxígeno cuando la orilla se veía

El Recreativo respira a costa del naufragio rojillo, que paga en el último córner la expulsión justa de Sergio, la lesión de Delporte, el desplome físico de varios jugadores y el cambio de Puñal en un partido en el que se adelantó sin merecerlo ante un rival mejor.

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OSASUNA 1

RECREATIVO 2

Ramón SOLA | IRUÑEA

Osasuna se condena definitivamente a jugársela contra Sevilla, Barcelona y/o Real Madrid después de un partido en el que pidió la hora durante 94 minutos y terminó cayendo en el 95. Fue cruel, sin duda, pero no injusto. La de Osasuna fue una muerte lenta, por falta de oxígeno, ante un Recre que resucitó en el último aliento.

El 1-2 de Morris fue lacerante, pero no tanto como la imagen previa al córner. Sergio estaba expulsado con justicia ya media hora; Pandiani, en la caseta con calambres; Plasil y Masoud, cojos; Nekouman, sólo al tran-tran. Camacho había decidido prescindir de Puñal en el minuto 80 sin que mediara lesión ni tarjeta, en una decisión poco comprensible vista la entereza física y táctica del capitán frente a la endeblez de muchos de sus compañeros. Y para colmo, Delporte se rompió en ese minuto 93. El Recre no tiró la pelota fuera -habría sido demasiado mise- ricordia-, forzó un córner... y pasó lo que tenía que pasar.

Camacho, en su tónica, dedicó su rueda de prensa a repartir culpas entre los demas, pero ni el árbitro pudo hacer la vista gorda ante las dos entradas de Sergio ni es cierto que no haya superioridad en un córner cuando defienden nueve y los que atacan once (entre ellos un gigantón de casi dos metros llamado Ersen Martin).

Se podría alegar que la doble amarilla al central asturiano, desbordado por un pedazo de jugador como Adrián Colunga, marcó el punto de inflexión. Pero tampoco sería cierto. El Recre fue superior desde el minuto 1. Como había avisado Martín González, Alcaraz pobló el centro del campo. Evidentemente no son los del Barça, pero los onubenses también tienen sus «pequeños» con mucha triangulación y desborde: Camuñas, Sisi y Colunga eran los amos.

El partido pintaba mal, pero Osasuna sabía que le podía bastar con gestionar la mayor angustia del Recre, así que se dedicó a contemporizar. Y el plan dio un rédito inesperado cuando Pandiani -quién si no- sacó un gol de la nada y Osasuna empezó a ver muy cerca la orilla de los 42 puntos que parecía inabordable allá por enero.

Los rojillos, en realidad, sobrevivieron todo el partido colgados del uruguayo y de su permanente ejercicio de fe en todas las zonas del campo y en todos los momentos del partido. Incluido cuando el árbitro pitó el fin de la primera parte y Pandiani cogió el balón para besarlo, o cuando abrazó a los compañeros que eran sustituidos para arañar algunos segundos. Si Osasuna logra salvarse, Pandiani habrá sido, sin duda, el hombre del milagro, y no sólo por los diez goles en poco más de media temporada.

El tanto, inesperado e inmerecido, no cambió nada. El Recreativo siguió desgranando ocasión tras ocasión para lucimiento de Roberto. Pero el 1-0 y la perspectiva de llegar a los 39 puntos camuflaba lo demás, como viene ocurriendo en realidad durante toda la segunda vuelta, en que los resultados van muy por encima de los merecimientos.

El arranque de la segunda parte fue especialmente desolador. El Recre ponía todo el juego. Colunga no marcó, pero mandó a la caseta a Sergio tras un empujón alevoso, mezcla de impotencia y de imprudencia.

Durante algunos minutos, Osasuna se estiró un poco y creó un par de ocasiones estropeadas por excesivo individualismo. Al Recre pareció pesarle entonces la perspectiva de acabar la tarde en Segunda. Pero quedaba demasiado tiempo para que la lógica de la calidad del fútbol y de la superioridad numérica no se impusieran.

A partir del minuto 75 las malas noticias se encadenaron. Salió Ersen Martin, un viejo conocido de la eliminatoria de UEFA con el Trabzonspor. Sin Pandiani, Osasuna perdió su alma. Sin Puñal, se quedó sin pulmones. Con Masoud y Plasil fundidos, dijo adiós al balón. Sólo quedaba resistir. Pero esta vez no hubo milagro. Morris enganchó el 1-2 en el mismo segundo y en el mismo palo que allá por octubre Valera, del Rácing, mandó al paro a Ziganda. Faltan quizás seis puntos. Y parece un mundo.

Lesión muscular para Delporte, un año después

Pésima noticia para el francés, que se rompió a los siete minutos de saltar al campo. Pese a haber jugado sólo un partido de titular, Delporte estaba satisfecho con una temporada que consideraba «de transición» para superar sus problemas físicos. Ahora, vuelta a empezar.

Camacho lo considera «un paso atrás» y pide más intensidad

José Antonio Camacho afirmó tras la derrota de su equipo ante el Recreativo, en el minuto 95 del encuentro, que el conjunto rojillo no supo rematar el partido, al tiempo que lamentó la injusta expulsión de Sergio, a su juicio, que condicionó el choque. «No hemos sabido finiquitar el partido y cuando nos han expulsado a Sergio ha cundido el pánico, aunque en la última jugada no hay superioridad del contrario porque es un córner. Hay acierto del contrario y desacierto nuestro», declaró el entrenador de Osasuna en la sala de prensa de El Sadar.

El técnico murciano lamentó la expulsión de Sergio: «No lo tenía que haber expulsado, porque la segunda tarjeta es demasiado rigurosa. Siempre deciden para el de fuera de casa y es difícil de entender. El arbitraje de ayer (por el Bernabéu) fue diferente y se jugaban la Liga y nosotros también nos jugamos mucho».

Camacho negó que hubiera falta de actitud de sus jugadores, pero pidió mayor intensidad: «Es un paso atrás, pero parece que el Recre se ha librado y está a 3 puntos. Había otra clase de tensión cuando estábamos en descenso, parece que ya estaba hecho y no estaba. Vamos a estar luchando con cinco o seis equipos hasta el final». Mientras, Walter Pandiani, autor del tanto de la esperanza que adelantó a Osasuna, evitó poner excusas: «Seguimos en terreno complicado, hay que ser consciente de que quedan cuatro partidos por delante y no cometer los mismos errores». El uruguayo no quiso escudarse en la actuación del colegiado: «Aunque la expulsión ha sido fundamental no hay que culpar al árbitro porque en la segunda parte salimos dormidos. No hemos sabido manejar el empate, ni los tiempos».

Patxi Puñal se sintió decepcionado: «Hemos perdido una oportunidad de oro. Se nos han complicado las cosas, mañana -por hoy- tenemos descanso y el martes veremos las cosas un poco mejor».

El entrenador del Recreativo Lucas Alcáraz, por su parte, expresó su satisfacción por la victoria del conjunto de Huelva, pero subrayó que no puede haber euforia: «No tenemos ningún motivo para estar eufóricos. Estamos contentos y satisfechos, porque lo estamos pasando mal. Hay que apelar a una plantilla que tiene que sacar esto adelante. Estamos en manos de su acierto y esperamos que sigan en esa línea».

GARA

Los goal-averages complican aún más la situación

La victoria del Espanyol hace que se escape uno de los pocos equipos con que Osasuna tenía gol-average favorable (igual particular, pero mejor general). Todo apunta a que se lo jugará con Recre o Sporting, que le han ganado todos los puntos. Al Getafe sí le superaría (5-2 en la ida).

La afición pide ayuda para acudir a Getafe

Tras una temporada de escasas alegrías viajeras, muchos aficionados han pedido ya a la directiva un esfuerzo para respaldar al equipo en la final de Getafe, el domingo a las 17.00. Teniendo en cuenta que los seguidores locales no son muchos, los rojillos quieren hacerse notar.

El público se vuelca con Pandiani

La grada aclamó el décimo gol del uruguayo, pero sobre todo su esfuerzo incesante y su compromiso. Su nombre fue coreado tras el 1-0, al final de la primera parte y en la segunda. A Puñal también se le cantó al despedirse, y a Roberto tras una parada. Para el resto, silencio.

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