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El Glorioso se desangra en casa

Esperando a un milagro que nos pueda caer del cielo

Un Deportivo Alavés demasiado angustiado y apático se dejó muchas de sus opciones de permanencia al ser incapaz de crear peligro a un Castellón que se encontró un regalo cuando daba por bueno el empate

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DEPORTIVO ALAVES 0

CASTELLON 1

Jon ORMAZBAL | GASTEIZ

Cuando lo único que te queda es esperar un milagro, lo mínimo exigible es creer ciegamente y pegarte por él pero, en el momento clave de la temporada, en el que el objetivo se podía poner a menos de un partido, el Deportivo Alavés deambuló durante noventa minutos por el césped de Mendizorrotza esperando a ver si caía uno del cielo y daba la casualidad de que le cayese encima. Dicen los que han superado situaciones límite que en esos momentos uno se agarra a cualquier cosa, por insignificante que ésta sea, y da la sensación de que el único clavo ardiendo al que ahora mismo pude agarrarse el equipo gasteiztarra es encontrar otro rival que lo haga aún peor.

Y es que, hoy por hoy, este Deportivo Alavés no parece en condiciones de ganarle a casi nadie y se mostró absolutamente plano ante un Castellón al que, según su propio entrenador, hace varias semanas que les falta un objetivo por el que luchar.

Sin embargo, ayer el Alavés nunca dio la sensación de estar jugándose la vida. Lejos de la también censurable pasada de revoluciones de Albacar en Girona, el equipo dio la sensación ayer como si la presión les hubiese helado la sangre y mostró un encefalograma completamente plano, incapaz incluso de meter un balón en el área.

Las expulsiones de sus dos laterales zurdos obligaron a Javi López a improvisar, y tomó la discutible decisión de cambiar a Kalderon de banda, para que jugase a pie cambiado y con la poca aportación de Moreno en tareas defensivas ante Arana, el jugador más incisivo de los de La Plana. Así las cosas, y aprovechando la superioridad que le daba a su centro del campo que Mario Rosas retrasase su posición, el equipo visitante cargó todo su juego ofensivo por el carril derecho, creando buenas oportunidades, hasta que Javi López cambió de banda a Cuevas para que colaborase en frenar al estilete albinegro.

Sin posibilidad de estirar al equipo por bandas, el juego de un Alavés sin chispa se volvió excesivamente previsible y ni siquiera se le veía con la energía suficiente de tratar de buscar un balón colgado al área o de superar con un balón en largo la adelantada defensa visitante. Precisamente fue en una jugada a balón parado y en un pase interior a Javi Guerra en el que no pudo superar a César Sánchez en el mano a mano, en las dos oportunidades en las que los albizules más cerca estuvieron de marcar en la primera parte.

Por contra, Arana estuvo a punto de ver premiada su magnífica primera parte con un zurdazo desde el borde del área en el que obligó a lucirse a Bernardo con una estirada.

Tras una primera parte tan monótona, las esperanzas albiazules se centraban en una posible reacción, si no podía ser por juego que al menos fuera por garra, que se vislumbró en los primeros minutos de la reanudación pero que fue disipándose a medida que se le fue acabando el tiempo.

El equipo albiazul trató de echarse hacia adelante aprovechando la indolencia de un Castellón que parecía no querer hurgar en la herida, pero Javi López no encontró en el banquillo la forma de cambiar el ritmo de un partido demasiado espeso. Igor le dio algo más de mordiente a un equipo carente de velocidad, pero las pocas ocasiones que se veían llegaban en la portería local.

Vuelve el Pery

Obligado por las circunstancias y después de haber dejado a dos de sus a priori jugadores más desequilibrantes fuera de la convocatoria -De Marcos y un defenestrado Dani Castellanos- Javi López probó fortuna con un Pery Martínez, que no jugaba desde el partido ante el Córdoba, buscando sorprender con su velocidad a una zaga visitante que comenzaba a dar síntomas de cansancio.

Sin embargo, la zaga que volvió a demostrarse excesivamente débil volvió a ser la albiazul que, una vez más, regaló un gol en una jugada que aparenetemente no debía acarrear demasiado peligro. Nsue, que entró al campo en la segunda mitad, se las arregló para rematar flojo un balón suelto dentro del área entre tres defensas locales y aprovechar el fallo de Bernardo al blocar su primer remate para llevar el balón a las mallas y la desesperación a unas gradas de Mendizorrotza que se quedaron mudas por primera vez.

Como ante el Xerez, el último cartucho del Alavés fue poner en cancha a un desahuciado Raúl Sánchez y buscar un balón suelto dentro del área. Aunque el convencimiento no fue total, Javi Guerra tuvo en sus botas el balón que pudo minimizar el daño de otro paso atrás, pero su remate a la media vuelta se marchó rozando el poste izquierdo del portero visitante, que apenas tuvo trabajo.

Javier Almirón

A pesar de que en ataque no pudo aportar casi nada, el argentino al menos puso esa rabia y esas ganas que se echaron en falta en algunos de sus compañeros.

«Mantengo la esperanza porque el equipo quiere»

Para lo bueno y para lo malo, Javi López parece impasible a lo que sucede dentro del terreno de juego y ayer volvió a mostrarse extremadamente tranquilo y sosegado a la hora de analizar un partido y una situación que el resto del entorno ve mucho más negra. Aunque desde fuera dio la sensación de que algunos jugadores estaban bloqueados y no lo pusieron todo, el técnico albiazul señaló que «al equipo no puedo decirle que no lo ha trabajado. Puede que no hemos estado acertados, pero esto es parte del juego. Cuando veo que el equipo no lo pone todo soy el primero en decirlo pero hoy se han vaciado».

El Glorioso volvió a dejar una magnífica oportunidad de acercarse a sus rivales directos tras las derrotas del Córdoba y de un Girona que puede terminar convirtiéndose en un rival directo, pero Javi López sigue manteniendo la esperanza de sacar esto adelante. «Estamos a la misma distancia, es verdad que con una jornada menos de margen y seguimos manteniendo opciones de salir. Yo no puedo ser negativo, mantengo la esperanza porque veo que el equipo quiere».

En su análisis del partido, el técnico se mostró relativamente satisfecho con el partido realizado por los suyos. «Ha sido un partido bastante nivelado, en el que ellos han tenido sus oportunidades, pero nostros también hemos tenido nuestras llegadas. Creo que en la segunda parte el juego ha caído más de nuestro lado, pero en una acción aislada nos han marcado el gol. Hemos tenido la opción de empatar en la última jugada pero lamentablemente no ha sido así. Ha sido un partido correcto».

Lo que sí reconoció Javi López es que su equipo salió bastante atenazado en el inicio del partido. «La presión es algo que no nos debiera afectar tanto, pero es parte del juego. Creo que hemos empezado nerviosos pero con el tiempo nos hemos ido soltando. Hoy he visto al equipo peor con el balón que sin él».

ORMAZABAL

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