Maite SOROA | msoroa@gara.net
Las cosas del gobierno
Si nada se tuerce, Patxi López será investido hoy lehendakari de la CAV. Y cada cual hace su propia lectura de lo sucedido y lo que deberá suceder. María Cano, en «El Imparcial», nos contaba su particular visión de las cosas. Según la redactora jefe del medio digital, «los vascos han dicho que no quieren vivir en un clima de miedo, que no quieren aislarse del resto de la nación, que quieren que sus hijos aprendan castellano, que quieren línea férrea de alta velocidad, claro que sí, como la tienen las grandes ciudades europeas (aunque la española es tan buena que hasta sirve de ejemplo a EEUU) y, sobre todo, que quieren vivir en libertad, sin miedo de decir lo que piensan en el bar o en el trabajo. Sí, esto es lo que han dicho los vascos en las urnas y esa valentía merece un gran esfuerzo que le toca hacer a Patxi López. Y no será tarea fácil». Mira por dónde, tenemos que leer en «El Imparcial» lo que hemos votado aquí.
Y dice María Cano que como ETA ha amenazado al gobierno que forme López, «hay quien se lo ha pensado dos veces antes de darle el sí a López para formar parte de su Gobierno. Y también hay, cómo no, quien ha aprovechado esta situación, como el presidente del PNV en Vizcaya, Andoni Ortuzar, para recurrir al sarcasmo y poner en duda la independencia del próximo Gobierno del País Vasco, como si López hubiera tenido mucho donde elegir...». O sea, que no están los mejores sino los voluntarios.
Y, cómo no, la referencia obligada a la próxima huelga del día 21. Aquí patina especialmente la columnista. Lean, lean: «Además, los sindicatos LAB y ELA, próximos al PNV, han convocado una huelga general el próximo 21 de mayo para reivindicar mejoras económicas y laborales, aunque entre los planteamientos de esta convocatoria LAB también contempla otras pretensiones», de modo que, en realidad, «organizan una huelga general por la crisis y el paro y la foto acaba siendo utilizada para bordar la bandera independentista. Nada nuevo bajo el sol». Pues la verdad es que no, hija. ¡Qué le vamos a hacer!