Estiman que el anuncio de divorcio no mermará la popularidad de Berlusconi
GARA |
Al borde del divorcio, el matrimonio Berlusconi continúa tirándose los trastos a la cabeza a través de la prensa, una situación inédita en la vida política italiana, pero que no supondrá una merma en la popularidad del primer ministro, según los expertos.
Silvio Berlusconi pasó ayer al contraataque, descartando casi completamente una reconciliación con su esposa, Veronica Lario, a quien exigió que se disculpase públicamente por sus acusaciones. «Veronica tendrá que pedirme excusas públicas Y no sé si será suficiente. Es la tercera vez que me hace una de estas en plena campaña electoral. Es demasiado», declaró Silvio Berlusconi a «Corriere della sera», el diario de mayor tirada en Italia.
«He hecho frente a una situación difícil en mi matrimonio por amor a mis hijos, pero se acabó. No existen condiciones para seguir adelante», afirmó a «La Stampa».
Veronica Lario, la actriz que en 1990 se casó con Berlusconi, veinte años mayor que ella, dio a conocer el domingo a través de la prensa que va a pedir el divorcio. La semana anterior criticó la presencia de jóvenes actrices en las listas del partido de Berlusconi para las europeas, lo que obligó al primer ministro a retirar a algunas de ellas.
Pero la gota que hizo desbordar el vaso fue la presencia de Berlusconi en el 18º cumpleaños de una joven napolitana Noemi Letizia, que llama «papi» al primer ministro.
«No puedo permanecer al lado de un hombre que frecuenta a menores», señaló Lario. Berlusconi respondió ayer en «La Stampa» que «ésta es una afirmación que no puedo soportar. Soy amigo de su padre. Eso es todo. Lo juro».