El Gobierno Sanz extiende la persecución a la ikurriña a las calles de Atarrabia
La persecución contra la ikurriña desatada por el Gobierno navarro trasciende ya a los ayuntamientos. Ahora ha activado sus abogados para intentar que se retire la colocada en la plaza de Atarrabia. Acusa al alcalde.
GARA |
La Ley de Símbolos impulsada por UPN y PSN prohíbe que la ikurriña ondee en edificios oficiales de Nafarroa, como ayuntamientos. Pero ahora el Gobierno navarro pretende también perseguirlas en las calles. Ayer anunció que ha encargado a sus servicios jurídicos que inicien los trámites legales para la «inmediata retirada» de la bandera vasca que se colocó el viernes en la Plaza de Atarrabia, en el marco de un homenaje al monarca navarro Sancho VI el Sabio y dentro de los actos oficiales de conmemoración del 825 aniversario de la villa.
La ikurriña, en realidad, nunca ha desaparecido de las calles de Atarrabia pese al dictamen judicial que impuso su retirada del Ayuntamiento -primero- y de un mástil anexo -después-. El viernes fue izada junto a la bandera navarra en otros dos mástiles ubicados en la Plaza, separados del edificio consistorial, para reflejar que en aquel tiempo Nafarroa englobaba a todos los territorios vascos.
El homenaje fue llevado a cabo por una asociación privada y el Gobierno navarro afirmó en su día que no iba a perseguir la ikurriña en este ámbito. Pero ayer se desdijo y acusó directamente al alcalde de la localidad, Peio Gurbindo, de Nafarroa Bai. El portavoz, Alberto Catalán, aseguró que la presencia de la tricolor «es una burla al Estado de Derecho y al sistema democrático, en el que las instituciones, con independencia del color político, debemos respetar el marco legal». Por este motivo, anticipó que quieren saber si el primer edil incurre en «responsabilidades penales».
Gurbindo ha argumentado que las banderas se colocaron a petición de miembros de la Sociedad de Estudios Históricos Villava-Atarrabia 2009.
La bandera vasca, por lo demás, ha seguido presente en Atarrabia durante estas semanas. Miembros de la izquierda abertzale la colocaron en pebeteros situados en las entradas a la localidad, después de que el alcalde Gurbindo acatara la orden del Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa y la retirara del mástil colocado a unos metros del Ayuntamiento.
Nafarroa Bai, formación a la que pertenece el alcalde de Atarrabia, respondió al aviso del Gobierno de Sanz con una nota en la que le acusa de «mantener una obsesión contra la ikurriña que recuerda a la época franquista».
Maiorga Ramírez, también presidente de EA -partido al que pertenece Gurbindo-, calificó de «desmesurada» la intención del Ejecutivo de tratar de imputar un delito al alcalde por la colocación de una bandera «con la que se identifica gran parte de la ciudadanía navarra, y por supuesto de la localidad». Aunque no se cita en la nota, cabe recordar que la presencia de la ikurriña en el Ayuntamiento fue autorizada por referéndum popular en 1979, y que se ha mantenido desde entonces hasta la Ley de Símbolos.
Ramírez censuró además que «llama la atención este anuncio en contraste con la actitud laxa del Gobierno de Navarra frente a los episodios de corrupción que ahora mismo están siendo analizados por lo penal. Parece que nuevamente el Gobierno de Navarra pretende utilizar la ikurriña como cortina de humo de las responsabilidades políticas que puedan derivarse en el Gobierno de Navarra y en UPN de estos episodios».