Un sistema facilitará en caso de urgencia información médica de ancianos guipuzcoanos
GARA |
La Diputación de Gipuzkoa y Osakidetza han puesto en marcha un sistema dirigido a personas mayores o con cierta discapacidad que viven en su domicilio, que tiene como objetivo transmitir la información necesaria a los profesionales que atienden a esas personas en caso de urgencia. Se trata de un portafolletos magnético para que el usuario escriba sus datos y su historial médico.
La diputada de Política Social, Maite Etxaniz; la responsable del Servicio de Emergencia de Osakidetza Gipuzkoa, Ana Calvo; y el director de Larrialdiak Sociedad Cooperativa, Diego Girón, comparecieron ayer en Donostia para presentar esta iniciativa pionera en la CAV.
Etxaniz señaló que, a día de hoy, la Diputación guipuzcoana recibe más de 9.000 solicitudes de prestaciones económicas de la Ley de Dependencia, de las que 6.123 se encuentran en activo y de ellas, 5.991 son de asistencia personal; es decir, personas con alguna dependencia y viven en su domicilio.
Asimismo, apuntó que el número estimado de personas atendidas en 2008 a través del Servicio de Ayuda Domiciliaria es de 6.200, de las que más de 4.000 son personas dependientes.
La diputada explicó que el objetivo del «portafolleto magnético» es facilitar una información médica personal del usuario a los servicios de emergencias ante una situación crítica.
Se trata de pequeñas carpetas plastificadas con una banda magnética para poder adherirlas a superficies metálicas. En su interior cuentan con un formulario en el que se reflejará el historial médico del usuario. Además, contienen el número de teléfono de emergencias.
20.000 en Nafarroa
Según afirmó Girón, este sistema es muy útil para los profesionales de emergencias, ya que en situaciones de urgencia «la gente se pone nerviosa y no encuentran los partes médicos». Ya han solicitado 10.000 unidades.
Desde Iruñea, donde ayer comenzó el I Foro Internacional sobre la Perspectiva de las Personas con Demencia, además, se informó de que el 15% de los navarros mayores de 65 años -unos 20.000- son dependientes, de los que el 95% vive en sus domicilios y el 85% recibe cuidados de sus familiares.