Los últimos resultados ligueros han dejado un semblante bien distinto en Athletic y Osasuna. Parecen lejanas las fechas en las que, tras la victoria del cuadro rojillo en el derbi que los enfrentó en El Sadar, Osasuna tomaba la delantera al conjunto bilbaino.

Desde entonces, los hombres de Joaquín Caparrós, a trancas y barrancas, han logrado remontar el vuelo y, con 41 puntos y una serie de averages en los que los leones salen victoriosos, pueden mirar el futuro con ilusión, ya concentrados casi a ,tiempo completo en la final de Copa que enfrentará a los rojiblancos contra el Barcelona de Guardiola. Mientras tanto, los hombres de José Antonio Camacho viven este inicio de recta final liguera sin que les llegue la camisa al cuerpo, sobre tras el tropezón de última hora frente al Recreativo de Huelva que dejó a los rojillos compuestos y a dos puntos de los puestos de descenso.

Como un inmenso remolino cuya atracción se siente cada vez más cercana y fuerte, el calendario de los navarros tampoco es como para augurar un buen futuro en lo poco que resta de liga. Lo «fácil» llegará el domingo que viene, en la visita a un Getafe que, si cabe, las está pasando aún más canutas y que, empatado a puntos con el Sporting, marca la frontera de la precipitación al fondo del pozo. Lo «divertido» vendrá después. Un aperitivo ante el Sevilla en casa, para rendir visita -quién sabe si hacerle pasillo al campeón- al Nou Camp para terminar en El Sadar contra un Real Madrid que, en el mejor de los casos, no se jugará nada y al que le importará entre poco y nada perder un partido cuando bastante tendrá con asumir una temporada sin títulos.

Sin duda unos rivales de cuidado, aunque el empuje del graderío iruindarra debiera alcanzar para salvar un año más la categoría y volver a empezar.

Cuenta atrás al delirio

Por su parte, el punto obtenido a última hora de la visita a Gijón ha supuesto que el Athletic pueda afrontar lo que queda de temporada como una cuenta atrás hasta la final de Copa del 13 de mayo.

Tras el entrenamiento de ayer, los propios jugadores se tomaban ayer la libertad de dar la liga como resuelta. «Hay muchos equipos ahí metidos que tienen que jugar unos contra otros y no todos pueden conseguir tres puntos en cada partido. Creo que con los 41 puntos que tenemos podemos estar ya salvados», opinaba Toquero, para el que «el punto del domingo es más que un punto».

Por su parte, Ion Vélez reconocía que la cercanía del día 13 se palpa. «Se va acercando la final y sólo quedan diez nueve días. Si ya se hablaba de ella hace mes y medio, imagínate ahora».

Fernando Llorente apenas trabajó, aunque estará a punto para la final. Mientras, David López entrenaba con normalidad y Gurpegi recibía el alta.