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La ausencia de posibilidades reales de ascenso y el descenso del filial invita a utilizar en los siete partidos a jóvenes con proyección

La elección del entrenador, primera decisión urgente

Loren ha manifestado públicamente que Lillo es su apuesta para el banquillo, pero hay muchas dudas.

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Joseba ITURRIA | DONOSTIA

La elección del entrenador del primer equipo se convierte en la decisión prioritaria a tomar por la Real Sociedad de cara a la próxima temporada ante la ausencia de posibilidades reales de ascender y un descenso del filial que invita a aprovechar las siete jornadas que restan para dar partidos a aquellos jóvenes que puedan estar en la primera plantilla la próxima temporada.

El director deportivo, Loren, y el entrenador, Juanma Lillo, han formado un tándem durante el último año que ha derivado en un apoyo y una confianza mutua que ha llevado al primero a manifestar públicamente su apuesta por el segundo para que continúe en el banquillo a pesar de no haber logrado el ascenso en sus dos intentos, con el desgaste que eso genera, sobre todo en una afición descontenta con lo que ve en Anoeta.

Pero esa voluntad de Loren no se ha traducido por el momento en la confirmación del club de la continuidad del técnico y hay dudas en una decisión que no se puede retrasar mucho porque la configuración de la plantilla está influida por las ideas del entrenador. No es lo mismo tener a uno que juega con un 4-4-2, que te obliga a tener a dos delanteros además de Agirretxe y Viguera, que a uno que prefiera un 3-4-3. Además la opinión del entrenador debe tenerse en cuenta a la hora de tomar decisiones no sólo en los fichajes, sino también en las renovaciones y en definir qué jugadores de la cantera van al primer equipo.

A favor y en contra de Lillo

La forma de ser y de entrenar especial de Juanma Lillo motiva que entorno a su figura se genere el debate. A su favor juega su conocimiento de la plantilla, su capacidad para generar buen ambiente en el vestuario, sus conocimientos del fútbol y la Segunda y su capacidad para ser impermeable a un ambiente difícil como el que rodea a la Real.

Esas virtudes han permitido a su equipo ser competitivo a pesar de tener una plantilla muy justita y de todos los obstáculos encontrados en forma de decisiones arbitrales contrarias, graves lesiones de jugadores básicos y situaciones desfavorables por todo lo que provoca la Ley Concursal, la locura con Badiola y las constantes negociaciones para la rebaja de fichas.

Pero ese mismo carácter positivo de Lillo tiene consecuencias negativas. Su fuerte personalidad le lleva a innovar constantemente. Sus cambios de sistemas y jugadores dificultan que den su mayor nivel en situaciones novedosas. Y ha prescindido de una preparación física convencional que no parece avalada por su experiencia en Donostia.

La Real no aguanta un partido a un fuerte ritmo cuando con los medios que hay en Zubieta y la juventud del equipo el físico debería ser un punto en el que se debe apoyar para imponerse a sus rivales en una categoría en la que la importancia de la condición física y la táctica es mayor que la calidad técnica.

La utilización de la cantera

Su capacidad de tener un buen ambiente en el vestuario se ve ayudada por esos cambios y una ausencia de un mayor trabajo físico que agrada a los jugadores y también con una preferencia a descartar a jóvenes en beneficio de otros con más personalidad. El año pasado Carlos Martínez, Markel o Elustondo se pasaron media temporada en el palco y Novo jugaba cuando daba sus últimos coletazos y no tenía nivel físico para jugar en Segunda.

Y este año jugadores como Carlos Martínez, Estrada o Agirretxe no han tenido ninguna continuidad ni cuando lo han hecho bien y eso no es bueno para la progresión de jugadores que van a formar parte del futuro del club. Habrá que ver si esto sigue así y tras el descenso del filial jugadores como Illarramendi, Sarasola, Ros o Viguera disponen de opciones en la parte final de la temporada, en la que no deberían actuar futbolistas que no seguirán seguro.

Todos esos pros y contras motivan que la figura de Lillo sea discutida dentro y fuera del club. Pero para sustituirlo hay que encontrar un entrenador mejor. Se ha hablado de Gonzalo Arkonada, que cumple el perfil de técnico de cantera avalado por su ascenso con el Numancia, pero en estos momentos esa opción parece descartada y el donostiarra baraja otra oferta para la próxima temporada.

Pese a su afinidad con Lillo, Loren debería tener trabajado el mercado para proponer alternativas que cumplan el perfil necesario. De la misma manera debería estar confeccionada una lista con jugadores de un nivel contrastado en Segunda y que acaben contratos o jóvenes de las canteras de los equipos grandes que hayan brillado en Segunda B y jueguen en las posiciones peor cubiertas por la cantera. A poder ser las ofensivas, que es donde peor ha estado el equipo. Por eso uno quiere creer que no contempla sólo la opción de Lillo ni que se haya fijado en un central y un medio centro defensivo menores de 21 años cuando son los puestos mejor cubiertos con lo que hay.

Vuelta a Zubieta para comenzar a preparar la visita al Alicante

Los realistas comenzarán a preparar hoy a las 10.15 en Zubieta el partido del domingo a las seis de la tarde en el Rico Pérez contra el Alicante. Será esta mañana cuando se vea a los jugadores del filial que trabajarán con Lillo.

Reunión con el Athletic para que Anoeta sea sede del Mundial

El Athletic, con García Macua a la cabeza, y la Real, representada por Jokin Aperribay y Mikel Ubarretxena, se reunieron ayer en Zumaia para lograr que Anoeta sea subsede del Mundial del 2018 junto al nuevo San Mamés y para defender conjuntamente sus intereses ante diferentes instituciones. No se negoció sobre jugadores.

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