Sicard trasmite una madurez impropia para su edad y una pasión que le hizo acudir con 16 años a Toulouse para ser ciclista ante la dificultad para serlo en Iparralde. Agradece a la Fundación Euskadi la oportunidad dada este año y sueña con pasar a Euskaltel.

¿Cómo decidió ser ciclista en un entorno con pocas carreras y equipos para los más jóvenes?

Empecé con mi padre, cuando era un niño, por placer y a los trece años me inscribí en mi primer club, el Tarmos, del norte de Baiona, donde corrí hasta cadetes. En juniors fui a Toulouse para poder compaginar los estudios y el ciclismo, media jornada para cada, y correr en el Colomiers. En Toulouse hay un centro en el que ahora cada año eligen a los cinco mejores juniors de Francia. Antes no era tan difícil, presenté mi candidatura con un dossier y fui uno de los seis que seleccionaron. Corrí dos años en aficionados en el Blagnac, gané la Essor Basque tras ser tercero y cuarto en los dos sectores que la componían y el campeonato francés de scracht en pista y tengo que agradecer mucho la oportunidad que me han dado Miguel Madariaga y el equipo Orbea.

¿Es difícil ser ciclista en Iparralde?

No hay una gran cultura de ciclismo. Los jóvenes prefieren ir a la playa o a las fiestas, y el deporte rey es el rugby. Ahora hay clubs que trabajan con el ciclismo como el Aviron en Baiona y en Maule y una asociación de amigos del ciclismo que hacen todo lo que pueden para promover el ciclismo y espero que evolucione en ese sentido. Hace falta mucho sacrificio y trabajo para ser ciclista, pero he amado esto desde niño, es mi pasión, y he sido recompensado con buenos momentos que hacen olvidar los más difíciles.

¿Espera ser un buen corredor que cree afición en su entorno?

No sé si podré contribuir a promover el ciclismo, pero sí es muy importante que la Fundación Euskadi nos abra sus puertas y luego veremos si puedo ayudar como corredor o como dirigente.

¿Espera pasar al Euskaltel con actuaciones como las de este año?

Ese es un sueño, pero el primer objetivo es aprovechar el tiempo para aprender, progresar para adquirir la experiencia. Después se verá. Es difícil fijar objetivos porque es un deporte muy difícil. Lo principal es disfrutar sobre la bici y mantener la misma pasión que tengo ahora y después progresar para dar el máximo y convertirme en un buen ciclista y correr las carreras más importantes y vivir nuevas experiencias. Euskaltel es un equipo diferente a los demás, yo soy vasco y para mí es un proyecto muy interesante. Sólo ficha a corredores vascos y, pese a limitarse a un territorio tan pequeño, consigue unos resultados muy importantes, y es un planteamiento que admiro.

Ha sido campeón en pista, segundo en un prólogo, ha ganado en un alto como el Naranco, fue décimo en una clásica durísima de 220 kilómetros en La Rioja...

Intento ser competitivo y dar el máximo donde corro. La pista me ha aportado mucho para las cronos y para el sprint al ganar en explosividad y en la técnica porque al no tener frenos desarrollas el instinto y la habilidad para manejarte en el pelotón o en los descensos. Desde que empecé he conseguido resultados en la dificultad. Esa carrera de La Rioja es un ejemplo porque eran muchos kilómetros con un muy mal tiempo y estuve fugado y sufrí mucho para aguantar el grupo. Hay que sufrir para tener resultados y poco a poco he conseguido progresar y quiero seguir subiendo peldaños.