La ida de la final tuvo un protagonista inesperado en el delantero guipuzcoano Matxin III, que ofreció un juego intenso, con una actitud valiente tanto en el remate como en la defensa de los saques enviados por San Miguel, un especialista en la materia que sólo pudo anotarse uno directo durante los 76 minutos que duró el encuentro.

El remontista de Matxinbenta estuvo especialmente inspirado en ataque, y así, él y Urrutia encarrilaron el choque con ventajas de hasta 11 tantos (28-17, 30-20), en un comienzo fallón de Iñigo Lekunberri y algo irregular de San Miguel.

Cuando parecía que la final podía romperse en este partido de ida, los azules se recompusieron, ganaron presencia en el peloteo y aprovecharon el importante desgaste físico de Matxin III para limar poco a poco sus desventajas (31-24, 35-31, 38-34), hasta caer por una diferencia pequeña (40-37), que les deja muy vivos para el partido de vuelta que se disputará el sábado en el Labrit de Iruñea.