Bruselas impone una multimillonaria multa a Intel por abuso de posición
Bruselas impuso ayer una multa récord de 1.060 millones de euros a Intel, el principal fabricante mundial de microprocesadores, por abuso de su posición dominante. Esta sanción es la más alta impuesta nunca por la CE, ya que supera a la recibida por Microsoft en 2008.
GARA |
La Comisión Europea impuso ayer una multa récord al gigante Intel Corp., de 1.060 millones de euros, alegando que el mayor fabricante de microprocesadores para ordenadores utilizó tácticas ilegales de venta para tratar de frenar a su rival AMD. La multa supera los 899 millones de dólares que la UE le impuso por prácticas monopólicas a Microsoft Corp. el año pasado.
Los abogados del líder mundial en producción de microprocesadores para ordenadores calificaron la multa de equivocada y anunciaron que recurrirán la medida. Intel, con sede en Santa Clara, California, controla alrededor del 80% del mercado de microprocesadores para computadoras personales del mundo y sólo tiene un rival: la empresa Advanced Micro Devices Inc. (AMD).
La CE argumenta que Intel violó las leyes de competencia de la UE al aprovecharse de su posición dominante, con una estrategia deliberada para dejar fuera del mercado a AMD, limitando la capacidad de elección del cliente. Dijo que Intel ofreció rebajas a los fabricantes de computadoras Acer, Dell, HP, Lenovo y NEC por comprarle todas o casi todas sus unidades de procesamiento de computadora x86 (CPUs) y al pagarles para detener o retrasar el lanzamiento de computadoras basadas en microprocesadores de AMD.
El presidente y director general de Intel, Paul Otellini, dijo que la compañía apelará ante los tribunales de la UE porque «la decisión está equivocada» y porque «no ha habido ningún daño en absoluto a los consumidores». La compañía prometió cumplir con la orden de la UE, pero la criticó como sumamente ambigua.
«Intel ha dañado a millones de consumidores europeos al actuar deliberadamente para dejar fuera a los competidores del mercado de procesadores para computadora desde hace muchos años», afirmó la comisionada de la UE para la Competencia, Neelie Kroes. «Tal violación, grave y sostenida, de las reglas antimonopolio de la UE no puede ser tolerada».
Mercado competitivo
Conocida la sanción, AMD consideró que se trata de «un paso importante para el establecimiento de un mercado verdaderamente competitivo».
La queja interpuesta por AMD, el único competidor de Intel hace ya casi nueve años dio pie a la investigación que ha culminado con el anuncio de la sanción más alta impuesta por la autoridad europea de competencia.
En un comunicado, el consejero delegado de AMD, Dirk Meyer, destacó el constante esfuerzo innovador de su compañía y confió en que sea posible pasar «de un mundo dominado por Intel a otro dominado por los consumidores».
AMD también recordó que Intel ha tenido problemas por su estrategia comercial en otras partes del mundo, como Corea del Sur, donde fue multada el año pasado por prácticas coercitivas hacia sus clientes, a los que exigía que sólo usaran sus chips, y Japón, donde ha sido declarada culpable de violar la legislación antimonopolio-.
También está siendo investigada en Estados Unidos, por posible abuso de posición dominante.
La defensa del líder mundial de microprocesadores para ordenadores anunció que recurrirá la «equivocada» medida de la Comisión Europea.
Bruselas acusa a Intel de aprovecharse de su posición dominante para dejar fuera de mercado a AMD, limitando la capacidad de elección del cliente.
ADM consideró que la decisión de Bruselas supone «un paso importante para el establecimiento de un mercado verdaderamente competitivo».
La Organización europea de consumidores mostró ayer su satisfacción ante la decisión de la Comisión Europea de multar a Intel por abusar de su posición de dominio y pidió que se compense a las víctimas finales de las prácticas abusivas de la compañía estadounidense. «Los consumidores han estado pagando demasiado por sus ordenadores y deben ser compensados por ello», señaló en un comunicado.
Por eso, reclamó cambios legislativos para abrir la vía a acciones colectivas de las víctimas de comportamientos anticompetitivos, pues «no es aceptable que tantos consumidores sufran daños y no puedan obtener justicia».
Subrayó que, con su comportamiento, Intel ha impedido a los consumidores elegir libremente y, como resultado, los precios se han mantenido artificialmente y se ralentizó la innovación. Intel rechazó que su política haya perjudicado a los consumidores. «No ha habido ningún daño a los consumidores», recalcó Paul Otellini, consejero delegado de la compañía.